Las Palmas de Gran Canaria
El Camilo José Cela alberga a 120 migrantesOportunidades de Vida recurre la resolución del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que le obliga a sacar del antiguo colegio su centro de acogida y sus actividades
Las instalaciones del antiguo colegio Camilo José Cela, en el barrio de El Fondillo, albergan 120 menores migrantes agrupados en el centro Tagoror que gestiona la asociación Oportunidades de Vida, que el pasado lunes recibió la comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de que debían abandonar las instalaciones que fueron ocupadas por la entidad presidida por Rafael Hernández en 2018.
Oportunidades de Vida ya se ha dirigido al Gobierno de Canarias, en concreto a la Consejería de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias que dirige Candelaria Delgado, para notificarles el aviso de desahucio decretado por el Ayuntamiento y exponerles que recurrirá la decisión municipal.
El Ejecutivo regional tiene la tutela de esos menores, delegando la acogida en entidades del tercer sector como Oportunidades de Vida. Desde el Gobierno aseguran que el trabajo con los menores por parte de la asociación de Hernández es el adecuado, a pesar de que ahora mismo esté investigado por la Fiscalía de Las Palmas por explotar a estos menores en sus explotaciones agrícolas.
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Lo que recalcan desde el Gobierno canario es que, en cualquier caso, si finalmente Oportunidades de Vida tiene que abandonar las instalaciones del antiguo Camilo José Cela le corresponde a la propia entidad buscar un nuevo emplazamiento para el acogimiento de estos menores.
La resolución firmada el pasado lunes por Francisco Hernández Spínola, concejal del área de Presidencia, Hacienda, Modernización y Recursos Humanos, otorga a Hernández un plazo de 10 días hábiles para formular alegaciones y presentar la documentación que estime oportuna. Además, aclara, al margen de las alegaciones, que contra la resolución no cabe interponer recurso al ser un acto de trámite.
Con esto, el gobierno de la ciudad quiere destacar que ya se le notificó el pasado año que debía abandonar las instalaciones, concretamente en el mes de marzo, al denegar la petición realizada por Hernández para que se le cediera gratuitamente el espacio.
Acostumbrando a relacionarse con las administraciones públicas, Hernández y Oportunidades de Vida desembarcaron el Camilo José Cela en 2018 con una autorización de la Consejería de Educación para realizar actividades de apoyo a los chicos del equipo de fútbol de su asociación por un espacio corto de meses.
El centro, donde hace años que no hay alumnos, fue desafectado y por lo tanto la potestad sobre el mismo es exclusivamente del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. En octubre de 2023, el concejal del Partido Popular Gustavo Sánchez Carillo preguntó en el pleno de la ciudad cuándo se formalizó la cesión a Oportunidades de Vida, dado el uso que la asociación realizaba en el centro, a lo que el coordinador de Hacienda David Gómez respondió que «nunca se ha tramitado ni formalizado ninguna cesión».
El gobierno municipal también respondía en el mes de octubre que se llevarían a cabo negociaciones con la entidad para tratar de dar una salida negociada a la situación antes de tomar medidas más drásticas como el desahucio administrativo. Llegados a este punto, y ante la posición que Hernández ha trasladado, parece evidente que al Ayuntamiento le va a tocar usar las vías más desagradables para la recuperación del espacio.
La Asociación Vecinal y Cultural del Fondillo lleva reclamando el Camilo José Cela para su uso para actividades culturales y sociales prácticamente desde que su alumnado fue derivado al Salvador Manrique de Lara hace ya más de seis años. Esta pelea vecinal ha confrontado directamente con la expansión de Oportunidades de Vida en la zona, además de la comunidad evangélica que depende del propio Hernández.
De hecho, en uno de los documentos entregados a la alcaldesa Carolina Darias en septiembre del pasado año se hacía especialmente hincapié en los aspectos religiosos, ya que señalaban que Hernández estaba usando para ello el viejo colegio, inaugurado en 1985. «Durante 2019 el presidente de la asociación Oportunidades de Vida se hace con un juego de llaves del antiguo colegio y comienza a hacer actividades para un grupo reducido de vecinos con el que le liga de forma directa o indirecta con la actividad religiosa que lleva a cabo en el barrio», dejaban reseñado en su documento a la alcaldesa.
Aunque fue Educación el ariete político con el que Oportunidades de Vida accedió al Camilo José Cela, pasados los años esta consejería también se desmarca del asunto.E n una respuesta por escrito ofrecida a la asociación vecinal, refieren que ese inmueble ya no tiene nada que ver con ellos y que cualquier cuestión debe trasladarse al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, como titular del centro.
