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Los Reyes Magos son el epítome de la revolución: su transfiguración altera el orden establecido. Por un día, las normas de tráfico quedan en entredicho; la ciudad se paraliza en pleno paroxismo; y los niños y niñas imponen su agenda. Tanto es así que en una tierra en la que la lluvia congrega tras las ventanas, las nubes dejan de ser, por un día, promesa de sed sofocada y pasan a ser interpretadas como una amenaza. Tal es la subversión que representan estos tres sabios de Oriente, quienes este viernes congregaron a unas 60.000 personas en la cabalgata más ilusionante del año.
La herida abierta de la MetroGuagua apenas fue una molestia. Es verdad que la cabalgata de Reyes no proliferó a la sombra del centenario castillo de La Luz, pero las esporas de la ilusión solo tuvieron que desplazarse unas decenas de metros. Los micelios de la víspera de Reyes se aferran, fuertes, al firme de los deseos infantiles.
En torno a las 17.00 horas, la cabalgata arrancó en medio de un griterío ensordecedor y gutural, capaz de enmudecer hasta el trueno de un gol liberador.
Ya antes, las venas de la ciudad habían sido puestas a prueba. Aunque los primeros cortes de tráfico apenas tuvieron incidencia, salvo la sorpresa que provocó en algunos conductores la prohibición de giro desde Torre Las Palmas hacia La Isleta, la embolia se hizo patente en el sistema circulatorio a mediodía, justo al acabar el acto oficial de llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar al Arsenal. En torno a las 14.00 horas, la rotonda de Belén María apenas tenía capacidad para encauzar el flujo de coches, lo que se tradujo en atascos, tanto en La Isleta como en El Sebadal y el interior del Puerto.
En los márgenes de las calles que conformaron el recorrido de la cabalgata, la gente se apelotonaba al margen de los problemas de tráfico. Muchos de los niños y niñas asistentes portaban coronas de Hiperdino en las que lucía la inscripción siguiente;«Este año me he portado muy bien». Certificada la bonhomía por la familia Dino, la espera por los Reyes Magos se soportaba con el repaso de los listados personalizados. Las cartas que luego se entregaban a los pajes acumulaban ansias en forma de equipajes de fútbol (sobre todo de la UD Las Palmas, pero también de la selección española femenina), complementos del universo Stitch, camiones y coches, bicis y muchas consolas de videojuegos.
La comitiva, que impulsa la Casa de Galicia desde hace ya 72 años, estaba encabezada por las palabras paz, amor y alegría, un deseo que no siempre está al alcance de la magia de Melchor, Gaspar y Baltasar.
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Bárbara Blanco
Luego pasaron las carrozas de del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y del Cabildo, así como las de Hiperdino (primer premio), Tirma (segundo premio), Bandama (tercer premio) y Spar (cuarto premio). Todas ellas se vieron acompañadas por la animación de Lidl, el camión del carbón y el buzón para recoger las últimas cartas. Aunque no está permitido lanzar dulces desde las carrozas por motivos de seguridad, los figurantes se encargaron de repartir 15.000 ambrosías, 7.000 kilos de caramelos, 10.000 paquetes de galletas y 7.000 de cubanitos.
Los Reyes Magos desfilaron en unas plataformas nuevas que facilitaron su visión desde ambos lados de las calles.
Sobre las 18.00 horas llegaba ya la cabecera de la cabalgata al parque de Santa Catalina. Y un cuarto de hora después alcanzaba Mesa y López. A esas alturas del recorrido hubo que retirar un coche antiguo por una avería. Sin embargo, ni siquiera eso retrasó la marcha de la cabalgata, que pasó a un ritmo ágil, hasta el punto de que entre algunos asistentes supo a poco la visita.
De hecho, la primera carroza llegó al entorno del parque de San Telmo con casi 45 minutos de adelanto respecto al horario previsto.
La cabalgata discurrió sin incidentes dignos de mención, salvo la avería del coche ya mencionada. Además, la Policía local intervino en el caso de dos niños perdidos cuyos padres fueron localizados al poco tiempo, así como una pelea que se produjo entre dos personas en el parque de San Telmo, sin que tuviera más trascendencia.
En materia de tráfico solo hay que reseñar un choque entre dos vehículos que se produjo en la GC-110, a la altura de la plaza de las ranas, y que se saldó con una mujer herida leve. Los bomberos acudieron para excarcelar a uno de los implicados en el siniestro.
El presidente de la Casa de Galicia, Albino Aneiros, mostró su satisfacción por el desarrollo del acto. «El engalanado de las carrozas y la música estuvieron muy bien, con un gran espíritu navideño, y la cabalgata fue a buen ritmo», expuso. En cuanto al diseño de las plataformas, resaltó su comodidad para los Reyes Magos, así como que se permitiera la compañía de favoritos y favoritas que podían auxiliar a los sabios de Oriente con las cartas de los pequeños y pequeñas.
La cabalgata volvió a contar con seguridad privada porque el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ya no disponía de jornadas de libre disponibilidad de policías, como en otros años. Esto, unido al retraso en el abono de las horas extras, hizo que, salvo los voluntarios incorporados, no se presentara todo el personal que sí lo ha hecho en otros años. En el fondo de esta carencia se encuentra la situación de bloqueo que ha atascado el acuerdo de establecimiento de cuatro jornadas de libre disposición para cubrir eventos.
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Borja Crespo, Leticia Aróstegui y Sara I. Belled
José A. González
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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