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Puede que no sea la imagen más idílica que se pueda tener de una playa; quizás su olor llegue a provocarle; y es posible que caminar sobre ella no sea lo mismo que pisar la arena, pero la seba, incluso la que deposita el mar en las orillas, cumple una función básica para el medio natural, ya que aporta nutrientes de los que se sirven las comunidades vegetales, aves e invertebrados. Por eso, tampoco resulta beneficioso retirar todos los aportes que traen las olas.
En los últimos días, se ha producido un arribazón importante de algas pardas (Lobophora variegata) a Las Canteras, algo que resulta natural cuando hay temporales de mar. Según el estudio 'Arribazones de algas y plantas marinas en Gran Canaria', desarrollado por el investigador del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) Eduardo Portillo, cada año se depositan en la orilla de la playa de Las Canteras unas 1.200 toneladas.
Fuentes de Ciudad de Mar indicaron a este periódico que las cantidades de seba retiradas de la playa de Las Canteras en 2022 ascendieron a 1.700 toneladas; en lo que vamos de año, hasta marzo, la cantidad acumulada y llevada al complejo ambiental de Salto del Negro ha sido de unas 170 toneladas.
De esa cuantía, sin embargo, la inmensa mayoría es arena. Según Portillo, el 85% del material que se retira y acaba en el vertedero es arena. Por eso, considera que la clave es conseguir tamizar la seba y devolver la arena al medio, en un punto en el que se garantice que las dinámicas sedimentarias vuelvan a depositar la arena en la playa de Las Canteras.
De hecho, asegura que ha contactado con empresas para conocer el coste de la operación y solo se necesitarían unos 60.000 euros al año para ello.
Portillo explica que ese material se usaba antes para la agricultura como fertilizante. En la actualidad, rota la dinámica natural de Las Canteras por la acción del ser humano, esas mismas arribazones -que tienen productos impropios como plásticos- podrían utilizarse como compost para los parques y jardines de la capital grancanaria.
El investigador del ITC destacó que la acumulación de algas en el mar sirve para que peces como el pejerrey hagan sus desoves; y cuando están en tierra, también sirven de alimento para muchas aves.
Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se insiste en lanzar el mensaje de que la seba que llega a la costa no puede considerarse como basura, aunque pueda llegar a ser molesta para algunos usuarios de las playas capitalina.
El protocolo que activa la Concejalía de Ciudad de Mar es que solo se retira la seba cuando las condiciones higiénico-sanitarias lo aconsejan. Así, lo que se hace es quitar con un tractor las acumulaciones cuando se produce el riesgo de caídas por resbalones o cuando se acumulan las quejas ciudadanas por el mal olor que se produce con la putrefacción del material.
Eso hace que las fuentes municipales siempre hagan referencia a que se quita «el exceso» de material que llega a Las Canteras.
La gestión de las algas depositadas en las playas también es un elemento que se valora por parte de la asociación Bandera Azul a la hora de conceder sus galardones. Su coordinadora, Ana Pérez-Montero, destacó el mensaje de que las algas son un elemento más de la dinámica costera. «Hay que intentar concienciar a la gente sobre su función y pensar que nadie recoge las hojas de un bosque», indicó la bióloga, «las algas sirven de alimento a otras especies, actúan como fertilizantes de arena y constituyen barreras que evitan que los temporales se lleven la arena».
Y anima a los usuarios de las playas a que reflexionen sobre el impacto que supone para el medio natural la introducción de tractores para retirar los aportes vegetales que trae el mar.
Desde Bandera Azul se aconseja recuperar, en la medida de lo posible las aportaciones de seba. De hecho, informó Pérez-Montero, lo que se hace en algunas radas de Baleares es acumularlas en la parte trasera de la playa y cuando termina la temporada de baño se depositan otra vez en las orillas.
Sin embargo, en una playa con un uso tan intensivo y todo el año como la playa de Las Canteras, con un carácter urbano tan marcado, se admite que se retire alguna parte de las arribazones. «Si el Ayuntamiento deja algas cumple a la perfección con los criterios de Bandera Azul», expuso Ana Pérez-Montero, quien recordó que «las algas no son basura».
El estudio de Eduardo Portillo detectó que hay ocho tipos de seba que llegan hasta las orillas de Las Canteras con más frecuencia. Se trata del alga roja Asparagopsis taxiformis; la Haliptilon virgatum; las algas pardas Lobophora variegata, Sargassum vulgare, Stypocaulon scoparium y Dictyota sp.; la Lophocladia thrichocalados; y el alga verde Cladophora sp.
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