Uno de los acrílicos que forman parte de la muestra en La Fortaleza. C7

La Fortaleza acoge un trozo de Agaldar

Los acrílicos de Cristóbal Guerra inspirados en la Gáldar aborigen entran en diálogo con el yacimiento de Santa Lucía

Canarias7

Santa Lucía de Tirajana

Sábado, 30 de enero 2021, 07:18

La muestra de Cristóbal Guerra 'El palacio de los guanartemes', producida por la Casa-Museo León y Castillo de Telde, abre hoy sábado a las 11.00 horas en el museo del Centro de Interpretación La Fortaleza, en Santa Lucía de Tirajana, donde puede visitarse hasta el 3 de abril para descubrir además dos murales inéditos del artista galdense.

Publicidad

En esta exposición individual, abierta de martes a domingo de 10.00 a 17.00 horas, el artista Cristóbal Guerra presenta sus últimos trabajos de sus series 'La ciudad superpuesta', en la que ha estado trabajando intermitentemente desde 1988, y 'El palacio de los guanartemes.'

La muestra, integrada por 39 acrílicos sobre lienzo y lona, a la que suman ahora dos nuevas piezas, pudo disfrutarse hasta el pasado 17 de enero en el centro museístico del Cabildo en Telde. Con esta iniciativa, la Casa-Museo continúa con su línea de colaboración e intercambio de proyectos abierta con el Ateneo de La Laguna en la muestra de Noelia Villena 'Cuestiones (Re)productivas)'.

El texto de la exposición ha sido realizado por el crítico Carlos Díaz-Bertrana, quien detalla que si Óscar Domínguez inventa recuerdos del porvenir, Guerra, más telúrico que surreal, pinta lo que ve con un lenguaje universal, el de la abstracción geométrica, una voluntad de síntesis y una confianza ciega en el poder emocional del color.

«Enraizado en su territorio natal, cultiva la tierra, hace vinos conventuales y profundiza en la historia de su ciudad: La mítica Agaldar, la acrópolis debelada por los conquistadores españoles, la antigua sede de los Guanartemes de Gran Canaria, de su Palacio Real y su corte. De sus ruinas y de las excavaciones en el entorno de la Cueva Pintada emerge 'la ciudad superpuesta', pinturas que recrean e imaginan las estructuras cruciformes de las viviendas aborígenes», detalla el crítico.

Publicidad

Para él, Guerra usa un lenguaje sin necesidad de matar la anécdota y de eliminar la representación, para crear una imagen simplificada de las construcciones aborígenes, y con el que aproxima al visitante al aura espiritual, mágico o religioso que impregna los vestigios de las antiguas civilizaciones.

«Similar a como Orfeo hacía hablar a las piedras con su música, resuena el latido de sus ancestros en las pinturas de 'La ciudad superpuesta' y 'El palacio de los guanartemes'. Poética del vértigo, visiones desde lo alto recrean la geometría tectónica de la ciudad hibernada en el tiempo, que despierta y renace gracias al trabajo de los arqueólogos y la inventiva de Cristóbal», profundiza el crítico Díaz-Bertrana.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad