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Agentes realizando batidas en las Dunas de Maspalomas. Arcadio Suárez

Drones, motos y quads policiales hacen batidas conjuntas para proteger las Dunas de Maspalomas

Policía Local, Seprona y agentes de Medio Ambiente montaron este martes el primer dispositivo conjunto | Buscan un efecto disuasorio

Gaumet Florido

San Bartolomé de Tirajana

Martes, 16 de septiembre 2025

Tres y media de la tarde. El sol caía a plomo en Maspalomas. La calima no dejaba ver apenas el macizo de Amurga. Y en mitad de todo eso, una decena de efectivos, entre agentes de Medio Ambiente del Cabildo, el Seprona de la Guardia Civil y la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana, se desplegó este martes con motos, drones y quads por las Dunas de Maspalomas e inició la primera tarde de batidas conjuntas y puntuales, pero periódicas, que a partir de ahora reforzarán la vigilancia de este espacio natural protegido, con categoría de reserva natural especial. ¿El objetivo? Disuadir a los que caminan por áreas prohibidas del paraje.

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Los agentes del Cabildo iban a pie, la Guardia Civil en moto y la Policía Local en quads. Las tres fuerzas policiales patrullaron las 400 hectáreas de las dunas hasta la llegada del atarceder y en esa tarea se vieron reforzados por dos drones, uno de la Policía Local y otro del Seprona. El municipal cuenta además con megafonía lo suficientemente potente como para amonestar desde el aire a los infractores.

El consejero de Medio Ambiente del Cabildo, Raúl García Brink, mostró su satisfacción por la coordinación lograda entre las tres administraciones, a la que pretende que se sume pronto la Policía Canaria. Recordó que la institución cuenta con una veintena de agentes de Medio Ambiente para todos los espacios naturales de la isla y que no los puede destinar todos a las dunas, de ahí la importancia de estos refuerzos con otros cuerpos.

No pudo aportar datos concretos de sanciones, pero al menos sí confirmó que las primeras batidas conjuntas (antes de esta ya las había habido entre agentes de Medio Ambiente y del Seprona) han logrado reducir de forma significativa la presencia de visitantes en zonas prohibidas durante las mañanas. La asignatura pendiente, no obstante, sigue siendo la hora del atardecer, sobre todo los fines de semana, cuando decenas de personas invaden las dunas para fotografiarse sobre la arena.

García Brink recuerda que este espacio estaba muy degradado y que los sucesivos impactos han ido incrementando su erosión, pero subraya que hay datos científicos que avalan que se está en el buen camino para su recuperación. En esa línea se inscriben la activación de estos dispositivos, la colocación, próximamente y por Gesplan, de nueva señalética y balizamiento, y la dotación de un sistema de videovigilancia, cuyo contrato está a punto de adjudicarse.

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Los que no atiendan a las normas se exponen a multas de entre 6.000 y 600.000 euros para las infracciones más graves, como hacer fuego; de hasta 6.000 para las leves, como circular o estacionar fuera de las pistas; o entre 150 y 600 euros por acampar, dañar la señalización, dejar basura o generar ruidos.

Hasta 500 personas en los picos de afluencia

Claudio es brasileño, llegó estos días a Gran Canaria y este martes fue informado por los agentes de que transitaba por un lugar de acceso restringido. Dijo a los periodistas que pese a que se informó por Internet, no tenía pleno conocimiento de las normas de protección que afectan a este espacio. Fue informado y varió su rumbo. No obstante, dada la hora y el calor reinante, fue de los pocos que se dejaron ver por las dunas. Otros visitantes veían directamente el dispositivo y se daban media vuelta. En los momentos pico de afluencia llegan a computarse hasta 500 personas, sobre todo frente al mirador, cerca del hotel Riu Palace Maspalomas, una cifra bastante menor que la de hace años.

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