El coste de la variante que circunvalará el casco de Mogán se eleva a 13 millones

El coste de la variante de la GC-200 a su paso por el casco de Mogán se duplica y se eleva hasta los 13,6 millones de euros (13.625.475) frente a los 6,7 millones presupuestados en 2022. Este es uno de los datos que trascienden del expediente, que el Gobierno de Canarias acaba de sacar a información pública por segunda vez tras los cambios que hubo que introducir al estimarse parte de las alegaciones recibidas en el primer plazo de exposición y después de que la Comisión Autonómica de Evaluación Ambiental ordenase que la evaluación de impacto ambiental del proyecto se tramitase por la vía ordinaria y, por tanto, sometida a mayores exigencias, y no por la vía simplificada.

En esencia, el diseño del vial se ha modificado para evitar el impacto severo o directo que el primer diseño causaba a una era de trilla y a un alpendre, ambos bienes de alto valor etnográfico, según precisa la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno. Además, precisó este miércoles la Consejería de Obras Públicas en un comunicado, esta nueva propuesta, por la que se podrá circular a 40 kilómetros por hora, ha buscado respetar «al máximo la orografía del terreno, con el objetivo de reducir al mínimo los movimientos de tierras y minimizar el impacto visual en un entorno de alto valor paisajístico y natural».

Hay que recordar que esta variante de la GC-200 permitirá circunvalar el casco moganero con una calzada que discurrirá por la vertiente occidental del barranco de Mogán, es decir, el lado que separa esta cuenca de la de Veneguera, y que evitará que todos los coches que transitan hacia o desde La Aldea tengan que atravesar el pueblo, que, además, tiene un paso estrecho, entre el cruce con la calle San Antonio de Padua y la zona de la plaza Sarmiento y Coto.

Elaborado por las empresas consultoras Gestión Integral de Proyectos e Inversiones en Canarias, S.L.U., y Grusamar Ingeniería y Consulting, S.L.U., el proyecto propone un trazado de 2 kilómetros de longitud y una calzada, sin mediana, de 7 metros de ancho, con un carril por sentido de 3,50 metros cada uno, dos arcenes interiores y exteriores de 2 metros y dos bermas de 0,75 metros. Además, la obra incluye dos glorietas de 28 metros de diámetro, tanto al inicio, al sur del casco, como al norte, que enlazarán con la carretera existente y que permitirán el paso de vehículos articulados.

Y para salvar el barranco de Mogán recurre a dos viaductos. Uno, a una altura sobre rasante de 14 metros, de 110 metros de largo y para el que, de tres soluciones constructivas posibles, se elige una hecha con un cajón de hormigón postensado construido mediante cimbra y con tres vanos de luces.

El otro viaducto, de 240 metros de largo y con una altura sobre rasante de 17 metros, se hará mediante otro cajón de hormigón postensado, pero de 5 vanos. Para ambos casos se descartan, por motivos estéticos, las soluciones que sean prefabricadas. La obra realizará también un paso inferior peatonal para dar continuidad al sendero R1- Veneguera - Cruz de Mogán.

Dados los reparos ambientales que recibió la primera propuesta y que motivaron incluso la formación de una plataforma popular en contra, este proyecto de trazado contempla una inversión de 884.459 euros en aplicar medidas correctoras (218.859 euros), protectoras (123.600) y un programa de control y vigilancia ambiental (542.000). Entre estas medidas figura la plantación de 1.116 ejemplares de flora autóctona (tabaibas y veroles, entre otras) y el trasplante de pinos y palmeras canarias.

La ejecución de esta variante conllevará la ocupación con carácter definitivo de 58.922 metros cuadrados de suelo, que habrá que expropiar y que, según la tasación propuesta, tendrá un coste de 656.115 euros. Pero, además, habrá ocupaciones temporales y servidumbres que elevarán el coste a 660.969 euros. De las expropiaciones definitivas, la mayoría, 48.174 metros cuadrados, afecta a suelo de pastos o improductivo.

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