El Estado busca la cooperación de la UE para dar una respuesta global a la crisis migratoria

El Gobierno estatal entiende que la crisis generada por el notable incremento de la llegada de inmigrantes irregulares a las costas canarias -un 575% más que en el año 2019 hasta agosto- requiere una respuesta global que supera el ámbito nacional y que necesariamente debe implicar la colaboración de la Unión Europea (UE) para ganar efectividad.

En esta línea, uno de los pilares del plan de contingencia del Ejecutivo central para dar solución a las dificultades que afronta Canarias a la hora de dar una acogida y una atención dignas a las personas que arriban en pateras y cayucos a las islas -en la primera quincena de septiembre fueron 5.210, el flujo más intenso desde hace diez años- pasa por recabar la ayuda de Bruselas, ya sea económica, de medios materiales o, preferentemente, con un acuerdo para la distribución de los inmigrantes por los diferentes estados miembros.

El Gobierno de Sánchez mantiene que desde el comienzo de su mandato, a la vista de la escasa capacidad de respuesta ante una crisis migratoria que atribuye a la gestión del Ejecutivo anterior, viene haciendo un intento constante de pedagogía para ampliar la visión europea sobre el fenómeno de la inmigración, apelando a los principios de solidaridad y cooperación, aunque con escaso éxito hasta el momento dada las reticencias de algunos países miembros a prestar su colaboración para abordar un problema que no les afecta individualmente.

En lo que queda de año, con el semestre de presidencia alemana de la UE que se inició el 1 de julio, el Ejecutivo estatal confía en encontrar mayor receptividad a su demanda de articular una respuesta integral de ámbito comunitario y ha intensificado la acción política, con intención de lograr algún avance en la reunión del Consejo Europeo que tendrá lugar el 23 de septiembre.

Como parte de estos contactos, el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, se reunió ayer en Bruselas, según consta en la agenda hecha pública por Presidencia del Gobierno, con el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, responsable de coordinar los trabajos para un nuevo pacto europeo en materia de migraciones y asilo, largamente pospuesto.

Schinas ha apelado en varias ocasiones a la necesidad de articular una política común ante un fenómeno que lejos de remitir se incrementa -y para el que las medidas adoptadas hasta ahora se han demostrado insuficientes y poco eficaces-, con el objetivo de que Europa no vuelva a fallar otra vez como lo hizo durante la crisis migratoria de 2015.

La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, considera asimismo necesario que la UE logre un acuerdo estable sobre inmigración, para no tener que abrir negociaciones constantes cada vez que llegan inmigrantes de manera irregular a las costas europeas. Como país de primera frontera, la ministra considera que España está en la misma situación que Grecia y reclama la solidaridad de la UE.

Por otra parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se citó el martes con el embajador de Mauritania en España, Boubacar Kane, con quien mantuvo una reunión de trabajo para reforzar la cooperación en materia migratoria. El encuentro tuvo también un contenido preparatorio del viaje que Grande Marlaska tiene previsto realizar al país africano mañana en el que estará acompañado de la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson. Será su segundo viaje a Mauritania tras el que realizó en julio de 2018.

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