12 años por intentar asesinar a su expareja
La Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas notificó ayer la sentencia que condena a Germán Quintana a una pena global de 12 años y nueve meses de prisión por tentativa de asesinato y maltrato habitual, delitos ambos consumados en la persona de su expareja con la que convivió cinco años.
Francisco José Fajardo y / Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 17 de julio 2020, 01:03
La Sala ha estimado imponer la pena de 11 años, tres meses y un día de prisión por la tentativa de asesinato y un año y seis meses por el delito de maltrato habitual al acusado, a las que hay que añadir diversas medidas de alejamiento y prohibición de comunicarse con la víctima.
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De la misma manera, el Tribunal, formado por los magistrados Pilar Parejo (ponente), Nicolás Acosta y Pilar Verástegui impone a Germán Quintana la obligación de indemnizar a su expareja «con la cantidad que se determine en ejecución de sentencia», según reza el fallo, puesto que la víctima no se ha recuperado aún de las heridas sufridas a golpe de cuchilladas.
La sentencia emitida rebaja en casi cuatro la petición de 17 años de prisión que había solicitado el fiscal en las conclusiones finales del juicio, a la vez que no tuvo en consideración la absolución interesada por la defensa del acusado. Esta parte intentó sin éxito que el Tribunal aceptase la eximente completa de anomalía o alteración psíquica y trastorno mental transitorio, pero la sentencia entiende que no está acreditada la concurrencia de dicha eximente ni completa ni incompleta ni tampoco la atenuante analógica.
Según el fallo comunicado por la Sección Segunda de la Audiencia, se declara probado que Germán Quintana el 6 de marzo de 2016 sobre las 7.00 horas, encontrándose en su domicilio y sin mediar discusión previa, se situó de rodillas sobre su expareja portando un cuchillo de 30 centímetros de longitud, con una hoja dentada de 19,5 mientras la víctima estaba durmiendo. El condenado le preguntó si «estaba despierta», dice la sentencia, y al responder que sí, la sujetó por la cabeza girándosela para darle varias cuchilladas en el cuello. Posteriormente, siguió agrediéndola dándole cortes en diferentes zonas de su anatomía a la vez que le gritaba «mala, mala, si yo me voy a morir, tú también mueres, mala mala. Tras esta agresión, llegó a la habitación el padre del condenado que consiguió parar a su hijo.
Además, la ponente del fallo detalla en su fundamentación que la víctima había sufrido maltrato habitual al ser sometida por celos, conducta posesiva, ejercido de forma de control de sus salidas, relaciones sociales, hipervigilancia a móvil, supervisión de su cuenta corriente, normas de vestimenta, horarios de salida, acusándola de ser infiel, gritándole e insultándole, entre otras actitudes represoras. El fallo es susceptible de recurso.
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Las tres claves
1. Acuchilladas
El acusado, mientras su pareja estaba durmiendo, la sujetó la cabeza girándosela le realizó varios cortes en el cuello para, acto seguido, ejecutar varias cuchilladas penetrantes en su anatomía. La víctima logró huir malherida hasta que llegó el padre del agresor que logró quitarle el arma blanca.
2. Cinco años sometida
Según el fallo, durante el tiempo de relación de la pareja, entre 2010 y 2015, el condenado controlaba sus salidas, sus relaciones, su móvil, le imponía reglas sobre vestimenta y la trataba a gritos, insultos y amenazas. Incluso, siendo rubia, se tuvo que teñir el cabello de moreno por orden del agresor.
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3. Sin eximente
El Tribunal ha concluido que el informe psicológico realizado a la víctima es compatible con una situación de malos tratos. Además, considera que no está acreditada la concurrencia de una eximente completa o incompleta de anomalía o alteración psíquica y trastorno mental del acusado en la noche de autos.
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