El suspenso canario en PISA «es preocupante, fallan muchas cosas»
La consejera de Educación, María José Guerra, alerta del abandono escolar temprano y, en especial, del estudiantado de 13, 14 y 15 años. Entre las causas del fracaso educativo en las islas cita la desigualdad socioeconómica, la pobreza estructural y la falta de expectativas laborales.
La consejera de Educación, Universidades, Cultura y deportes del Gobierno canario, María José Guerra, reconoció ayer estar «muy preocupada» por los malos resultados del estudiantado isleño en el informe PISA, que sitúa al archipiélago en el vagón de cola de la educación en el país. «Fallan muchas cosas», dijo.
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Guerra admitió que el sistema educativo canario adolece de inversión –la meta es alcanzar en 2022 el 5% del producto interior bruto (PIB)–. También citó las altas ratios de estudiantes por docente, así como la escasa escolarización de 0 a 3 años en las islas. Además, recordó que es necesaria una «dinamización de la formación profesional (FP) y su ajuste «a los nuevos estándares tecnológicos». Y se fijó como asunto «estrella» o prioritario el «fomento de la lectura» porque es «un asunto absolutamente básico».
Sin embargo, Guerra señaló que los resultados no solo tenían que ver con lo estrictamente educativo. «El pronóstico [de PISA] es el de una brecha cada vez más acentuada entre las comunidades del norte del país y las del sur con lo cual la correlación con los indicadores socioeconómicos es decisiva», aseguró.
En este marco la consejera también se refirió a las expectativas del futuro del alumnado en Canarias. «Uno de los grandes problemas que tenemos es nuestra especialización dentro de la economía europea en el sector del turismo» pues este «ofrece puestos de trabajo de muy mala calidad y que exige, en general, poca formación». Por eso, añadió, «creo que hay que diversificar el modelo económico y tomarse en serio esta cuestión de cual es la deriva de los sectores económicos cada vez más tecnologizados». De hecho, añadió Guerra, «hay que subir el nivel porque la renovación en el ámbito tecnológico va a hacer que se necesiten competencias formativas integrales y básicas para estar aprendiendo a lo largo de toda la vida pues recualificarse va a ser un hecho y, para eso, se necesita ser una persona formada desde la base».
Por otro lado, señaló la consejera, «el abandono escolar temprano es una de las cuestiones que más nos preocupan. Algo pasa en torno a los 13, 14 y 15 años. Ahí está la gran quiebra en el sistema y necesitamos no solo reflexionar sino poner en marcha medidas transversales hay que mejorar también las condiciones sociales». Con todo, afirmó, «en educación no hay varitas mágicas», por lo que corregir la situación es algo a medio y largo plazo.
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