De la «cochambre» al futuro

El 60% de los juzgados canarios no contaba con juez titular (y mucho menos con secretario); el palacio de Justicia capitalino se «venía abajo» –según palabras de su entonces presidente, José Mateo–, y los juzgados capitalinos, ubicados en la calle Granadera Canaria, eran desalojados casi a diario por inundaciones o exceso de calor. Se conocían popularmente como «el asadero de pollos», y el mote no lo había ingeniado un sindicato, sino un juez decano del partido judicial capitalino.

Ese era el panorama de la Justicia cuando CANARIAS7 empezaba a gatear. La Justicia era un servicio público absolutamente centralizado que dependía de la gerencia territorial –del delegado del Ministerio de Justicia en las islas– hasta «para bolígrafos», y sus sedes zozobraban en la «cochambre» –expresión del mentado José Mateo– en contraste con «el esplendor y magnificencia» de otras sedes administrativas en las islas.

Entre la segunda mitad de los ochenta y la década de los noventa se sentaron las bases de una organización más meditada y racional del servicio público: en julio de 1985 se promulgó la Ley Orgánica del Poder Judicial, norma de la que derivó la nueva ley de planta, lo que permitió la desaparición de la Audiencia Territorial y el nacimiento en mayo de 1989 del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. A principios de los noventa se territorializó el sistema de oposiciones, un correoso caballo de batalla durante los ochenta, y en 1995 vieron la luz el nuevo Código Penal y la Ley del Tribunal del Jurado (el primer juicio por esta vía en Canarias se celebró el 3 de junio de 1996, bajo la presidencia del magistrado Antonio Castro Feliciano).

El 2 de octubre de 2002, una tubería rota inunda la sede del Juzgado de lo Social número 6 de la capital grancanaria, ubicado en un inmueble en alquiler en la calle Doctoral Feo Ramos, y las imágenes de los funcionarios secando los expedientes judiciales con secadores caseros de pelo es la gota que colma el vaso: se genera una reacción sin precedentes de los profesionales forense –que desde entonces pasan a ser conocidos como «los operadores jurídicos» y estos arrastran a la opinión pública a una campaña de movilización a favor de una Justicia digna que obliga al gobierno que entonces presidía Román Rodríguez –con Julio Bonis de vicepresidente y de polémico interlocutor con los juristas– a remover Roma con Santiago para lograr una salida al problema, el cambio de uso del Colegio Castilla y la cesión de terrenos para levantar la Ciudad de la Justicia.

Once años y tres meses después de la inundación de Social seis y con una inversión de 122.584.453 euros (68 millones más de lo previsto), la Justicia insular entra en el siglo XXI por la puerta de la Ciudad de la Justicia.

Los casos sonados

35 AÑOS DE CRÓNICA NEGRA

Crimen de La Laja Septiembre de 1987 Manuel Ángel Santana Macías confesó el 19 de septiembre de 1987 ante el juez Miguel López, titular del Juzgado de distrito número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, que dos días antes había matado a una joven de Telde a la que había cogido en autostop, Adelaida Morales Castro, aplastándole la cabeza en el antiguo túnel de la playa de La Laja.

El caso de El RubioAgosto de 1989

El domingo 13 de agosto de 1989, Ángel Cabrera Batista, el Rubio, se entrega en el viejo Palacio de Justicia capitalino tras 13 años prófugo como presunto autor del homicidio del magnate del tabaco Eufemiano Fuentes. Fue juzgado ante la Audiencia Provincial de Las Palmas en octubre de 1990 y condenado a 12 años. En 1991, el Supremo elevó esa pena a 34 años de prisión. Cabrera Batista fue excarcelado el 3 de febrero de 2005 y murió en su casa de Arucas 21 días después, víctima del cáncer.

Crimen del contenedorEnero de 1994

Mary Carmen Diepa, una joven toxicómana de 24 años, fue descuartizada prácticamente viva por tres hombres en el curso de una orgía de sexo y drogas el 8 de enero de 1994 en un piso del Puerto de la Luz. Su cadáver desmembrado es encontrado en un contenedor de la calle Albareda al día siguiente. El caso tarda en resolverse ocho años, hasta que la Policía logra encontrar en el continente africano a una mujer que asistió a la orgía y que señala a los acusados. En 2004, el principal acusado por el crimen, Eufemiano Fuentes, fue condenado a 12 años de cárcel. Sus encubridores, Juan Andrés Medina y Antonio Carmelo Sánchez, fueron condenados a tres años. Fuentes ya ha cumplido condena y está rehabilitado.

Crimen en ChurrucaSeptiembre de 2004En la noche del 29 de septiembre de 2004, cuatro jóvenes se introducen en la casa de la pareja formada por Eloy Ortega González y Pedro Ortega Machado y los matan de una forma espantosa para robarles. La Audiencia de Las Palmas les condenó a todos ellos –Luis Valido, Miguel Ángel Rodríguez, Fernando Romero Rojas y José Claudio Galván a más de 40 años.

Caso Iván RobainaDiciembre de 2008

La Audiencia de Las Pal-mas condenó en octubre de 2010 a 17 años de prisión a los tres jóvenes que asesinaron al estudiante de la ULPGC Iván Robaina el 7 de diciembre de 2008 en Franchy Roca.

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