Aplaudir se convierte en terapia de grupo

Como mucho me había fijado alguna vez en que uno tendía una camiseta del Real Madrid o que otro tenía una casa de muñecas en la terraza. Ahora son amigos». Benítez ha intimado con sus vecinos de enfrente gracias a las salidas para aplaudir. «Al principio solo salíamos y éramos pocos. Cada vez hay más gente y nos hemos ido animando. Uno pone el himno, otro ‘Resistiré’, los niños se saludan de ventana a ventana, incluso hemos cantado el cumpleaños a una vecina», explica este pacense entre risas. Él mismo confiesa que al principio no le apetecía mucho salir a la ventana. «Lo hice por mis hijas, pero daba cosa, tampoco pensé que le haría tanta ilusión a los sanitarios. Ahora me encanta. Estamos deseando que den las ocho».

Un mensaje viral a través de las redes sociales citó a los españoles hace dos semanas para aplaudir a los sanitarios en las ventanas a las ocho de la tarde. El homenaje continúa y crece día a día. Ahora es más que un agradecimiento a los héroes del coronavirus, es también terapia para los encerrados.

Estedomingo fue especial porque el cambio de hora permitió que los aplausos se celebrasen a la luz del día. Los vecinos pudieron verse mejor las caras. También fue un aplauso multitudinario. Hay más participantes que la semana pasada y también salen más a las ventanas en fin de semana.

También están las comunidades divididas. Es poco habitual pero hay lugares donde a las ocho aplauden los vecinos y a las nueve salen varios con cacerolas a modo de protesta. Por el momento, la ovación suena más fuerte.

El paso del tiempo también ha hecho que este homenaje se vaya adornando cada vez más. En casi todas las calles hay algún vecino que, antes o después de los aplausos, lanza una proclama o pone una canción. En la autopista de Badajoz, por ejemplo, se mezcla el homenaje con el humor. «Viva los sanitarios, viva las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Vicks Vaporub», grita un vecino con un megáfono todos los días.

También son afortunados los vecinos de Jardines del Guadiana, en Badajoz, que cuentan con un humorista entre los residentes. El cómico Juan y punto sale cada día a aplaudir y luego, micrófono en mano, ameniza la tarde en la urbanización con distintas propuestas, por ejemplo, montando un bingo y cantando los números.

En Cáceres capital los aplausos suenan con fuerza desde el centro, incluido el Paseo de Canovas, hasta los barrios. Uno de los más animados es El Junquillo, donde hace unos días los vecinos aprovecharon los aplausos para rendir homenaje a Huecco. El artista Iván Sevillano Pérez está de voluntario repartiendo medicamentos y alimentos a las personas mayores durante la cuarentena.

Resistiré

Muchos balcones se adornan para esta cita. La pancarta más común representa el arco iris con el lema ‘Todo saldrá bien’, en muchos casos, pintada por niños. También hay mensajes más reivindicativos. «Todos los recursos para la sanidad pública ¡Ya!», reza un cartel en la avenida Ramón y Cajal de Badajoz. En esta calle, según detallan los vecinos, los aplausos suelen empezar un par de minutos antes de la hora y suelen sonar canciones como el himno de España, el pasodoble ‘Que viva España’ o ‘Color Esperanza’.

Lo mismo ocurre en Maltravieso-Casa Plata, en Cáceres. Desde el parque de bomberos suena cada día la melodía más repetida, la que puede quedar como el himno del encierro ‘Resistiré’ del Dúo Dinámico.

En otros barrios, sin embargo, apuestan por propuestas diferentes. Es el caso de San Fernando, en Badajoz. En la calle Rey Mudaffar ha sonado, tras el aplauso, la banda sonora de ‘La Vida es Bella’, ‘What a Wonderful World’, ‘Hey Jude’ o incluso ‘Bella Ciao’.

En Coria el ambiente es más festivo. Allí un conocido empresario, Luis Guillermo Martín, ameniza las tardes de la Plaza de Iberoamérica vestido de sanjuanero y pinchando música que hace soñar a los vecinos con las fiestas de esta localidad.

La música se ha convertido en fundamental en estos momentos. Muchos artistas profesionales y aficionados han volcado su talento en los balcones. En Valdepasillas, en Badajoz, hay un caso especial. Tres hermanas, de 9, 12 y 13 años, salen cada día a la ventana para dar un concierto de viola, flauta y guitarra. Estudian en el Conservatorio de Música Juan Vázquez y participan en una iniciativa nacional que propone, cada día, una partitura a los estudiantes de música.

Su madre, Elena Muñoz, está orgullosa de la implicación de sus hijas. «Se levantan, miran la partitura que tienen que hacer y se ponen a ensayar. Luego hacen las tareas y, en el recreo, salen al balcón. Es darle sabor a la vida y a la mañana».

El profesor de música Pedro Monty también sale cada día con su piano para tocar a sus vecinos de Las Vaguadas. El sábado vivió un momento especial en el aplauso de las seis de la tarde, un evento especial que se convocó para homenajear a los niños encerrados en casa. «Grité: venga, que ya queda poco y me contestaron varios alumnos míos. Fue emocionante».

En Mérida también se han vivido momentos emocionantes estos días gracias a la coordinación de la Policía Local y la Nacional. Según explica José Fernández, agente municipal y asesor del Ayuntamiento, tras el gesto espontáneo de las fuerzas de seguridad acudiendo con las sirenas a los hospitales, decidieron ampliar el homenaje. «Para todas las personas que están ayudando y trabajando en este momento tan complicado». Siguiendo este mensaje han acudido a centros de salud y residencias de mayores, pero también a centros de distribución de alimentos, a la central de autobuses, a homenajear a los limpiadores, etc».

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