‘Amor líquido’
Bauman considera la volatilidad de las relaciones de pareja un síntoma más de la crisis de valores de la ‘sociedad líquida’
Las relaciones duraderas son cada vez más infrecuentes y difíciles. Pero ¿es tan importante este fenómeno para que un prestigioso pensador se ponga a leer columnas de revistas de moda sobre sexualidad y se convierta en una especie de Señorita Pepis? Pues sí. Al menos para Zygmunt Bauman, que considera el asunto un síntoma más de la crisis de valores que vivimos en la sociedad líquida, un entorno inestable donde nada perdura y donde el individualismo triunfa encubierto tras la idea de independencia.
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En Amor líquido, Bauman afirma que la dependencia –que ha cobrado un matiz peyorativo en estos días– es la base de la responsabilidad moral hacia el otro. Las conexiones –intermitentes y que permiten mantener la distancia– prevalecen ante las relaciones, que contienen, simultáneamente, los placeres de la unión y los horrores del encierro.
El pensador también habla de la vigencia de los vínculos creados por el deseo de obtener un trofeo junto al que lucirse y con el que enmascarar las propias carencias a fin de ocultarlas al entorno.
El consumismo, el miedo a “lo sólido y durable, todo lo que no sirve para el uso instantáneo y que implica esfuerzos” y la falta de fe en la unidad espiritual provocan el auge de las “relaciones de bolsillo”, exitosas y agradables por breves, que encarnan lo rápido y descartable.
Esas son algunas de las conclusiones del demoledor análisis de Bauman sobre una sociedad que anhela el amor sin compromiso ni responsabilidades: listo para usar y, si no queda satisfecho, le devolvemos el dinero.
Más información
Título: Amor líquido.
Autor: Zygmunt Bauman.
Género: Ensayo
Año. 2005
Páginas. 206
Precio. 13,30 euros.
Traducción. Maya y Enrique Aguiluz
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