Un hito que acaba en tragedia
Se esperaba que fuera un hito. El comienzo de una nueva era dentro de la programación de la Fundación Auditorio Teatro (AT) Las Palmas de Gran Canaria, nacida tras la fusión de la del Alfredo Kraus y la del Pérez Galdós, para solventar la quiebra técnica que padecía la segunda, por una deuda de 1,7 millones de euros. Incluso, las previsiones que barajaba la dirección de la Fundación hablaban de un posible beneficio de casi 11.000 euros.
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Finalmente, Evita, The Musical provoca una catarata de lágrimas. No por la emoción que generan las peripecias de su protagonista, Eva Perón, sino por las nefastas consecuencias económicas de esta faraónica apuesta para las arcas de la Fundación AT.
El informe interno que analiza lo sucedido, al que ha tenido acceso este periódico, es muy claro. Tras su lectura y análisis, no valen interpretaciones interesadas ni manipulaciones, por mucho que siempre algunos vean fantasmas donde solo existe una realidad material. El batacazo económico de Evita, The Musical fue de órdago. De los que hacen historia, porque hay que tener en cuenta que ni siquiera se llegó a representar en las instalaciones del recinto de la desembocadura del barranco Guiniguada.
No se llegó a exhibir este montaje sobre el escenario del Pérez Galdós, porque desde la dirección de la Fundación AT se optó por recurrir a una cláusula de cancelación unilateral añadida al contrato original, al ver que la venta anticipada de entradas marchaba por debajo de las previsiones iniciales.
Tal y como deja claro este informe, la tesitura era la siguiente: «Se concluye que hay que decidir entre la cancelación de los espectáculos de Evita, con una pérdida de 23.088,38 euros (reclamación judicial de los importes abonados de 194.747,71 euros), implicando una disminución en el techo de gasto y, por consiguiente, un importe menor al indicado por el Ayuntamiento en 611.183,19 euros, o continuar con la celebración, y en el mejor de los casos, tener una pérdida de casi 290.000 euros como descuadre presupuestario, y el aumento del techo de gasto indicado anteriormente de 215.116 euros (menor que el margen que teníamos en el presupuesto)».
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Los 23.088,38 euros que se catalogan como «pérdidas» se desglosan en: 11.892,38 euros de gastos de publicidad, 10.700 de royalties, y 496 euros de una «visita técnica».
Por su parte, los 194.747,71 euros (140.000 libras) a los que se alude como «reclamación judicial de los importes abonados», se corresponden a los tres pagos realizados antes de la cancelación a Gershon Productions LTD, responsable de Evita, The Musical, cuya devolución se ha reclamado desde la Fundación AT. Si esta iniciativa no llega a buen puerto, el coste final para la entidad grancanaria de este proyecto cancelado ascendería a 217.836,09 euros.
Este informe se ha realizado «en cumplimiento de lo acordado en el Patronato de 9 de junio de 2015», tal y como se especifica durante la introducción. En ésta se afirma que se ha conseguido solventar la deuda de 1,5 millones de euros que se arrastraba y se ha alcanzado una «estabilidad económica y financiera» que permitía «afrontar 2015 con más fondos para mejorar nuestra actividad, último escalón de la fase de fusión». Es en este contexto donde «se aprueba en el Patronato de la Fundación la contratación de Evita», con lo que se consigue, según se asegura, «atender la demanda de nuestro público y mantener a Las Palmas de Gran Canaria en la ruta internacional de grandes musicales».
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La subdirectora de programación, María Sánchez-Fernaud Vega firma un informe en el que concluye que «la celebración de Evita, aún hoy, hubiera sido un hito en la programación del teatro Pérez Galdós». Añade que «las razones que nos llevan a tomar la decisión de cancelar Evita, no son artísticas». Sustenta esta idea en que, desde su reapertura, cada temporada el Pérez Galdós incluye al menos un musical en su programación; en que Evita «es uno de los grandes hitos del musical del siglo XX, como Cats, Fantasma de la ópera o Jesucristo Superstar»; y en que el productor Gary Brown «es el artífice de la producción Jesucristo Superstar en versión inglesa que recaló en el Auditorio Alfredo Kraus en el año 1998», acompañado por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y su coro.
Se embarcaron en la aventura de Evita, The Musical tras acordar con el grupo Les Luthiers la contratación de su espectáculo bajo el formato de coproducción -la Fundación cede la sala, factura los recursos materiales y humanos técnicos a coste y los recursos humanos de la sala a precio de venta, recibiendo a cambio un porcentaje de la venta de entradas, mientras que el agente o productor asume los gastos del concierto (caché, billetes, alojamiento...)-. Así se cumplía con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y se acometía un proyecto cuyo «presupuesto de gastos total asciende a 642.189,64 euros». Solo en caché, el desembolso ascendía a 450.000 euros, correspondiente a las 16 representaciones previstas (entre el 3 y el 17 de julio, con un doblete previsto los días 4, 11 y 17).
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Como ingresos, «se presupuesta un total por ventas de entradas de 653.079,44 euros», lo que implicaba una previsión de resultados de 10.889,80 euros. «La diferencia entre el gasto de Les Luthiers y el de Evita es de 257.080, 38 euros (642.189,64 frente a los 385.109,26 del grupo de humoristas argentino), importe superior en 7.919,77 euros del margen del techo de gasto de la Fundación. Este margen se estima que puede bajarse en alguna partida como publicidad, alojamiento, entre otras. Ante esto, se aprueba en Comité de dirección la contratación de Evita», aclara el informe sobre las previsiones que se manejaban.
Ante el importante desembolso previsto, se realizó un estudio comparativo con los datos reales del musical My fair Lady, celebrado en fechas similares, con el objetivo de controlar el desarrollo anticipado de la venta de entradas. Al ver que no se cumplían con las previsiones, se optó por la cancelación.
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