Setién no renovará y se va en junio
La etapa de Quique Setién al frente de la UD Las Palmas no se prolongará más allá del mes de junio, cuando finaliza su contrato que no será renovado. Ni la excelente imagen mostrada en el Santiago Bernabéu cambia el planteamiento mayoritario que hay ahora en el club y que aboga por otra apuesta para el banquillo.
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Setién tampoco ve clara su continuidad y se ha mostrado ambiguo cada vez que le ha tocado pronunciarse al respecto, llegando a comparar las negociaciones con «una partida de tenis» y reconociendo, ya en un alarde de sinceridad, que aquí no era lo feliz que deseaba. Aunque luego ha reculado con pronunciamientos menos extremos, un halo de pesadumbre ha acompañado siempre sus declaraciones en este asunto, convertido en un serial con continuos aplazamientos en su desenlace. Desde las partes se filtró que durante el mes de enero se pretendía cerrar en una dirección u otra las negociaciones. Y, entrados ya en marzo, la falta de respuestas resulta sintomática y evidencia un distanciamiento insalvable. El técnico cántabro se sintió legimitado, en virtud de su trabajo y logros en el club, a reclamar una ostensible mejora salarial en un contrato largo (tres años) y con una serie de potestades añadidas (participar en altas y bajas y en aspectos relacionados con la planificación logística de pretemporadas y viajes) para rubricar su continuidad. Estos parámetros fueron considerados excesivos por parte de la dirigencia, partidaria de mantener la tradición de vínculos cortos con los técnicos y de no otorgarles ascendente más allá de la banda para salvaguardar la jerarquía en el organigrama institucional. Y el entrenador cántabro, conocedor de que está en la agenda de escudos de pedigrí (Valencia, Betis y, su gran predilección, el Athletic de Bilbao) no ha cedido en sus pretensiones, sabedor de que, libre de ataduras, en verano será uno de los bombones del mercado. Acabado el partido ante el Real Madrid, sin ir más lejos, ya dejó pistas de lo que aventura. «No se sabe donde estaré el año que viene», dijo en rueda de prensa. Instantes después fue más allá en los micrófonos de Onda Cero: «No creo que continúe, las negociaciones se han alejado», detalló. Aunque en las últimas semanas se han sucedido conversaciones con el presidente, que lleva personalmente este asunto, no consta aproximación alguna. La cortesía entre ambos responde al calendario en juego y la necesidad de no interferir en la trayectoria del equipo. De hecho no son pocos los que han ligado los interrogantes acerca del porvenir de Setién con ciertos bajones experimentados por la UD. Setién también entiende que, a nivel deportivo, ya ha tocado techo con una plantilla que heredó hundida en octubre de 2015. El curso pasado logró la salvación y en esta temporada ese reto parece garantizado con varios meses de antelación, lo que habla a las claras de la competencia de una UD que ha revalorizado patrimonialmente. Hoy Roque, Tana o Viera, por dar tres ejemplos concretos, valen cinco veces más que año y medio atrás. De continuar, se arriesga a que un mal inicio la campaña que viene le baje del santoral, como ocurrió, sin ir más lejos, con Paco Herrera, ídolo del ascenso a Primera y defenestrado poco después. Y entre la indefinición de unos y otros la situación es la que es, con planteamientos ya claros y que abocan a caminos separados. La relación UD-Setién fue bonita mientras duró y ya vive sus últimos capítulos. Concretamente, hasta junio.
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