Lobera sobrevive hasta el sábado

Sergio Lobera depende del resultado del próximo fin de semana para continuar al frente de la UD. Todo lo que no sea ganar al Numancia implicará su despido fulminante. Sentenciado a ojos de Juanito y Milovanovic, también censurado por Toni Cruz, sólo Miguel Ángel Ramírez cree en él.

La semana no ha podido empezar con más tensión en la UD. Porque el lunes dio para mucho. Desde rumores de despido fulminante de Sergio Lobera, hasta una reunión de gran parte del consejo de administración de la entidad, bien entrada la noche y en un restaurante capitalino, para aplazar decisiones respecto al banquillo. Porque Juanito, asesor presidencial, y Branko Milovanovic , secretario técnico, comparten la opinión de prescindir ya, sin esperar al sábado, de los servicios de Lobera y buscar un revulsivo con otro profesional. Sus informes al presidente han sido demoledores: no ven futuro con el actual preparador y urgen al cambio. Toni Cruz, director deportivo, tampoco se hipoteca con Lobera. Además, varios jugadores que han sido consultados por los dirigentes tampoco avalan la continuidad del aragonés, al que le llueven las críticas de superiores y subordinados. Con todo, Ramírez tiró de jerarquía y logró aplazar todo a lo que suceda frente al Numancia. Más que un partido, es un finalísima para el entrenador.

«Llegará al sábado y no hay nuevo entrenador», ratificaron al cierre de esta edición fuentes del club acerca de insinuaciones de carácter público que aventuraban un relevo inmediato en la banda. Estas mismas fuentes desmintieron que se hayan iniciado contactos con otros profesionales del gremio por si acaba precipitándose el despido de Lobera, aunque en Pío XII se dispone de una lista con varios nombres «con los que se llegaría a un acuerdo con una llamada de teléfono» y sin necesidad de tratativas previas. En tanto, Lobera es consciente de todo y aguanta el chaparrón. «Seguimos peleando», decía ayer en el entrenamiento, sonriente. Y también dolido.

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