La sonrisa de los canariones

A Roberto Guerra, Óscar Alvarado y Samuel Domínguez les une más que una camiseta. Naturales todos de Gran Canaria, la victoria de ayer en territorio tinerfeño les sabe doble.

Viernes, 17 de julio 2020, 09:12

«Yo estos partidos los siento de corazón. Ser canario tiene un plus para jugar estos duelos y así se ha notado», señalaba Alvarado minutos después de lograr sumar su primer derbi en la ACB. «Creo que no es importante el tanteo personal a favor, hay que felicitar también al Canarias por el buen papel que hace y desearle que levante la cabeza porque tienen que estar con nosotros en lo más alto para poder vivir muchas más mañanas como estas», añade el canterano.

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El base no solo mostró elegancia fuera de la cancha, sino que supo aprovechar los minutos (9:08) que ayer le ofreció Pedro Martínez, donde aportó cinco puntos (un triple que celebró con la grada y dos tiros libres) y, sobre todo, sobriedad para conducir al equipo en todo un derbi.

Roberto Guerra también sumó ayer lo suyo. Curtido ya en mil batallas, aprovechó los poco más de tres minutos que estuvo en cancha sin fallos en el tiro (anotó 5, con triple incluido). «Estoy muy contento por poder aportar, yo me encuentro cada vez más cerca de mi nivel físico y a nivel de madurez creo que estoy en mi mejor momento. Por lo tanto, todos los minutos que vengan los aprovecharé a muerte, como ha pasado contra el Canarias», aseveraba el alero isleño.

Guerra además analizaba el triunfo en tierras tinerfeñas. «Sabíamos que iba a ser un partido disputado, como ya se había visto en los duelos de pretemporada, pero creo que hemos estado muy bien en defensa y sobre todo con calma en ataque. Hubo un momento al final que nos apretaron, pero nos mantuvimos en nuestra línea. Así es como se consigue estando arriba, ganando partidos fuera del CID», dijo.

El único de los tres grancanarios que no pudo disfrutar ayer de minutos en la cancha fue Samuel Domínguez. El pívot canterano, que ha suplido las bajas de los profesionales de manera brillante en las primeras jornadas, vivió ayer el derbi también de manera especial arropando a sus compañeros desde el banquillo.

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Roberto Guerra, Óscar Alvarado y Samuel Domínguez portaron ayer más que nadie la bandera grancanaria en el terreno de la batalla más señalada. Un derbi que al final les dejaría una sonrisa. La del canarión que conquista la tierra tinerfeña. La que más sabe, sin duda.

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