La plantilla respalda a Lobera
La identidad de Sergio Lobera al mando de la Unión Deportiva está aún tan poco definida que siempre se mira al espejo de algunos de sus predecesores para ejemplificar su contexto. Hoy Lobera está a medias entre Javier Vidales y Paco Jémez, igualado al primero en su defensa del sistema, y al segundo en el respaldo del vestuario.
Si en el club está abierta la confrontación de ideas sobre la idoneidad del técnico y su fórmula futbolística, en el grupo que adiestra no hay disidentes. La impresión general es de unidad alrededor del entrenador, un hombre que les ha calado por su trato y filosofía. Si en la comisión deportiva se duda de sus planteamientos tácticos, futbolistas con ascendente, como David González, salen al paso: «El sistema no es el problema».
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La historia es recurrente. Lobera se juega el lomo el sábado ante el Villarreal, y por medio está en el deseo de la cúpula deportiva de que flexibilice su mantra. «Es un cabezota y no está por la labor», filtró un empleado del club estos días. Ya Juanito se vio en una como esta. En 2009 se midió a Javier Vidales, enrocado en un sistema 4-3-3 que no convenció al club y que no daba resultados.
Lobera aplica la idea que el club siempre manifestó de su agrado. Cuando se le nominó como relevo de Juan Manuel Rodríguez se le dijo que no solo valían los resultados, también debía inocular una identidad futbolística que resultara del agrado de los aficionados.
Mucho se ha hablado de la dificultad que han encontrado los jugadores para asimilar la idea, un hecho expuesto en infinidad de ocasiones por ellos mismos. No obstante, ninguno renuncia al estilo. «En la idea y en el trato, tenemos una relación fenomenal con Sergio Lobera. Espero que pueda estar aquí muchos años porque se lo merece», indicó ayer David García. «El entrenador tiene el respaldo de la caseta, lo estamos haciendo bien en el día a día a pese a los malos resultados», concluye González.
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