La Otra Orilla. El último minuto

Lunes, 20 de julio 2020, 21:08

Pertenecía a esa masa de hombres y mujeres de nuestras islas, bien apegados a la tierra que en muy pocas ocasiones, si acaso alguna vez, aparecía en los titulares de prensa. Pero junto a Dacio, no había nadie que cantara boleros como él, aunque yo lo tengo inmortalizado en mi memoria con aquella canción que escribió el escritor Julio Fajardo. La casa del maestro de la radio en la que tuve fortuna de nacer estaba llena de muchos de los discos que aparecían desde los años sesenta hasta los ochenta.

Publicidad

Y, entre ellos, aquél con un barbudo y jersey beig de cuello alto de Manuel Luis El Minuto, donde cantaba un tema que hasta bien entrado en años yo creí de su autoría y que daba título al álbum: El bernegal. Era 1979 y lo firmaba Fajardo. Los Sabandeños nacieron con él. Lo cuentan Carmelo Martín en su libro El canto de las Afortunadas: «En Casa Pepe, El Gago, una venta en la calle Manuel de Osuna de La Laguna, solía reunirse, dos veces por semana, a tomar el aperitivo del mediodía una avanzadilla formada habitualmente por Elfidio Alonso, El Calzones, Julio Fajardo, Dacio Ferera, El Minuto, Juan Oliva y algún otro.

Se refugiaban en la trastienda del local, después de que don José Ramos cerrara al público. Había vino, manises y alguien preparaba unas deliciosas ensaladas. Don Luis Ramos solía aparecer en invierno con un cucurucho de castañas. Después de dar cuenta de la primera botella de vino, cantaban a palo seco (que no es sino un decir)».

Muchos años después, lo conocí personalmente cuando no era ni la sombra de aquel mito, tras haberse echado a la espalda centenares de noches con sus viajes a la Cuba de Moré, La Negra y los Matamoros, parrandas, actuaciones y sus correspondientes copas. Aún así, era el mítico Minuto y alguien que ha sido grande en tu vida, excepto que te haga una jugada sucia, no se desprende jamás de todo lo bueno que te aportó alguna vez. Es curioso lo triste que empezó este año en cuyo primer día ya moría un inmigrante en cayuco. Primero Dacio, ahora Manuel Luis. Matías el jaranero sonó en su honor. En su último minuto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad