"Hay que ser cauto con el maquillaje de carnaval"

¿Puede el maquillaje, especialmente el de carnaval, provocar algún problema en la piel? El maquillaje que suele utilizarse para carnaval suele ser bastante agresivo, oclusivo y de larga duración. Por ello es más proclive a provocar problemas dermatológicos, como daños cutáneos y reacciones alérgicas en cualquier tipo de piel, pero especialmente en aquellas que presentan alguna patología previa. De hecho, el maquillaje contiene gran cantidad de sustancias químicas, entre las que destacan los conservantes y fragancias, responsables de la mayoría de reacciones alérgicas debidas a los cosméticos. ¿Qué tipos de patologías puede ocasionar? Los principales problemas que pueden presentarse son reacciones acneiformes, es decir, acné secundario; así como dermatitis por contacto tales como la alérgica o urticaria por contacto, siendo la dermatitis irritativa la más frecuente. No obstante, las reacciones dependen mucho de la irritabilidad de cada piel, su estado de salud anterior, especialmente si se encuentra irritada o muy seca y la calidad del maquillaje en cuestión. ¿Qué hay que tener en cuenta al escoger un maquillaje? Es importante fijarse en la composición del producto para comprobar que no somos alérgicos a ninguna de las sustancias que contiene y que no esté entre las mismas el plomo, especialmente tóxico. Hay que extremar las precauciones ante aquellos productos de Carnaval adquiridos en bazares o tiendas de bajo coste, ante el peligro de que no cuenten con los controles dermatológicos adecuados. Lo más recomendable es maquillaje hipoalergénico que no sea comedogénico, para que no tape los poros ni favorezca la aparición de puntos negros. Y para asegurarnos es aconsejable probarlo en una pequeña porción de piel para comprobar que no nos produce alergia, al igual que si se trata de restos de años anteriores. ¿Qué medidas preventivas existen? Hay que lavarse las manos y las herramientas a utilizar, como las brochas, que deben ser de buena calidad y cambiarse periódicamente, evitando su contaminación, al igual que del maquillaje, que debe estar bien tapado para evitar que contacte con bacterias. Debe cambiarse aquel que haya entrado en contacto con la piel o los ojos si se ha sufrido alguna enfermedad infecciosa, como la conjuntivitis. Además, es aconsejable no prestar el maquillaje, revisar su caducidad y no utilizarlo si se observan cambios en su textura, olor o color. Si pese a todo sufrimos alguna reacción alérgica conviene acudir lo antes posible al dermatólogo con el producto utilizado.

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