El dolor de la heterosexualidad

Erotismo de autoayuda. Cincuenta sombras de Grey y el nuevo orden romántico es el título del último ensayo publicado por la antropóloga y socióloga Eva Illouz. El libro, editado por Katz, acaba de ver la luz en español coincidiendo con el inminente estreno de la adaptación cinematográfica de este best seller mundial.

Illouz inicia su escrito estableciendo la relación entre los best sellers y el inconsciente social. ¿Qué representa Cincuenta sombras de Grey? Para establecer la lógica Illouz recuerda un éxito histórico como Robinson Crusoe, la "novela de una civilización que toma conciencia de sí misma como dominadora del mundo, y una novela sobre la fuerza de la comprensión científica en un individuo todavía inmerso en la fe".

El entorno ha cambiado. Y, además, Cincuenta sombras se explota mercantilmente como un producto para mujeres. ¿Qué interés puede tener? A juicio de Illouz el horizonte normativo que nos plantea es bien distinto. "Cincuenta sombra de Grey representa el triunfo final en la cultura de un punto de vista femenino, preocupado por el amor y la sexualidad, por las emociones, por la posibilidad (o imposibilidad) de formar lazos amorosos duraderos con un hombre, y por el entrelazamiento del dolor y el placer en las relaciones sexuales románticas". Es la conquista sentimental, los sentimientos, las relaciones íntimas y, además, añade la autora, "presenta el proceso de establecer como cosa corriente prácticas sexuales fuera de lo común: esclavitud, disciplina, sadismo y masoquismo".

El canon Literariamente puede que la novela de E. L. James no sea el ejemplo del canon. A Illouz no le interesa este aspecto formal. Ni siquiera si puede considerarse buena o mala literatura, suponiendo que existiera tal cosa apoyando la idea de una cultura popular y una alta cultura sin que ello signifique un proceso de distinción.

Y es ahí donde sí opina la socióloga. Esto es, cuando se ha convertido en "fenómeno" entre otras, dice Illouz, por la magnífica campaña en las redes sociales a través del boca a boca y por la pre-producción, que contó con los gustos de los lectores a través de portales especializados cuando otro sector del público se acerca a Cincuenta sombras. La antropóloga marroquí disecciona a lo largo del centenar de páginas que componen su ensayo los motivos por los que puede entenderse que Cincuenta sombras se convirtiera en un best seller, pero este análisis, como dice Illouz, solo puede realizarse a posteriori con lo que no se puede dar una lista con "los secretos" que hay que dominar para lograr un número uno en ventas. Sin embargo, dice Illouz, se puede seguir un camino tangencial a este análisis. Una vez convertido en best seller la suposición de la autora es que explica, al menos un aspecto, de la sociedad en la que vivimos.

Cincuenta sombras se enmarca, afirma Illouz, en la línea de Señora ame su vagina, de Germaine Greer, o Vagina, de Naomi Wolf. O lo que en televisión han representado, cada una a su estilo, Sex and the city y, más recientemente, Girls. Esto es, se expone el «punto de vista femenino» de la sexualidad. ¿Significa esto que hombres y mujeres son como Venus y Marte?

Obviamente Illouz no cae en esta grosería sociológica. Lo que la autora explica es, dentro de unos parámetros culturales en los que el rol de género está fuertemente caracterizado, mientras que a las mujeres se las asocias con la sentimentalidad a los hombres se los relaciona con la fuerza. Pero, y he aquí lo que reivindica Cincuenta sombras a través del personaje femenino, las mujeres también quieren defender su autonomía y los hombres tienen un anhelo de unión que, raramente, esperan satisfacer.

Cruzar las líneas Las prácticas sexuales "fuera de lo común", como la esclavitud, la disciplina, el sadismo y el masoquismo, permiten, sostiene la autora cruzar esas líneas. Dan pie, aunque sea en un mundo de "fantasía", acercarse a las expectativas más íntimas bordeando los límites de la cultura formal.

En este camino la "autoayuda" es fundamental, de ahí que la autora relacione la novela con un libro de este género. Las prácticas sexuales poco comunes son «una brillante solución de fantasía al problema de la volatilidad de las relaciones románticas» pues ofrece "certidumbre acerca de los roles, el dolor, el control del dolor y los límites del consentimiento". Y por esa misma razón, añade Illouz, "la autoayuda ha llegado a ser el principal modo cultural para modelar la individualidad: porque es una solución inmanente a la cuestión de cómo modelar un yo y tener personalidad y relaciones válidas".

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