El CAAM, solo un euro más barato que el Reina Sofía
A partir de mayo, entrar al Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) y al San Martín Centro de Cultura Contemporánea costará 5 euros. Justo uno menos que en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Mncars), cuyas muestras temporales se pueden ver por 3 euros. La medida alejará más el arte moderno de la ciudadanía.
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El CAAM se situará a la altura del Reina Sofía, al menos, en su precio. El museo canario aplicará en mayo una tarifa general de 5 euros, un euro más barato que la entrada para ver la colección permanente del Reina Sofía; 300 piezas entre las que se encuentran creaciones de Juan Muñoz, Richard Serra, Dalí, Miró, Francis Bacon, Alexander Calder y, por supuesto, El Guernica de Pablo Picasso.
La entrada para ver las muestras temporales del museo madrileño, que ahora exhibe una retrospectiva de Hans Haacke, cuesta solo 3 euros, dos menos que en el centro de arte grancanario. El acceso libre se restringe al día de las inauguraciones y visitas guiadas en el museo canario, mientras que el madrileño tiene entrada libre de lunes a viernes de 19.00 a 21.00 horas, los sábados por la tarde y los domingos por la mañana.
También el museo de Vegueta se coloca por encima del Instituto Valenciano de Arte Moderno, que cobra 2 euros, lo mismo que se deberá abonar para acceder a San Antonio Abad.
El Musac de León y el Tenerife Espacio de las Artes tienen la misma tarifa general, 5 euros. Si bien, en el TEA los residentes canarios pagan 2,5 euros, igual que el MIAC de Lanzarote. «No sé hasta qué punto esa medida podría ser discriminatoria», asegura el director del CAAM, Omar Pascual, que sostiene que los extranjeros se asombran de que el museo sea gratuito. «La cultura es un bien social, para mantenerlo hay que implicarse. Si se va a recaudar un 1% o un 5% del gasto del museo, eso ya es dinero», añade.
Por su lado, el consejero de Cultura del Cabildo grancanario, Larry Álvarez, explicó que la medida aprobada por unanimidad por el consejo de administración del CAAM, incluido el representante del PSOE se adoptó para hacer partícipes a todos en el sostenimiento de la oferta cultural. «La cultura cuesta y hay que pagar por ella. Soy de los convencidos de que la cultura no puede seguir por más tiempo asociada a conceptos como gratuidad y déficit», comentó el consejero que recalcó que las tarifas son asequibles y están adaptadas a las distintas circunstancias sociales y vitales del visitante.
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