"El artista debe centrarse en transmitir"
Francesc Zanetti
Viernes, 17 de julio 2020, 10:39
P. ¿Con qué faceta se encuentra más cómodo como artista Fernando Romero, con la de bailarín o con la de coreógrafo? R. Quizás hay un tiempo en la vida del bailarín en que el cuerpo y la energía desemboca más en la interpretación que en la creación. Cuando te vas haciendo más maduro y vas consiguiendo ver más allá, la creación se asocia de alguna forma a lo que es la interpretación, es el momento justo en que no te preocupa tanto llevar tu físico al limite y tomas conciencia de otros mundos paralelos al tuyo, entiendes lo efímero de la interpretación y conviertes cada movimiento en el primero y en el último a la vez. Son dos energías diferentes: en la interpretación es necesario una concentración plena del momento; la creación es un sacrificio de todo tu tiempo vital para realizar una idea abstracta en concreta. Yo disfruto las dos pero quizás el seguir investigando, experimentado, descubriendo y aprendiendo es lo que más me motiva. Todo eso está mas cercano a la creación de alguna manera. P. ¿Cómo se atrevería a definir su estilo? o ¿cuál es su concepto del flamenco? ¿Qué le interesa transmitir al público cuando baila? R. Creo que el artista debe de preocuparse más en lo que quiere transmitir que en la forma. Hay que utilizar todos los recursos de los que se dispone, pero esa libertad tiene que estar sustentada siempre de un conocimiento absoluto de lo que se pretende hacer. Cualquier tema que abordo lo empiezo a ver desde el punto de vista de mi raíz que es el flamenco. Luego voy usando todo lo que he aprendido o descubro en el proceso. El flamenco es una música viva con una tendencia muy fuerte a la evolución y el mestizaje, que se adapta a todos los tiempos, y usa todos los estilos porque es versátil en ese aspecto, pero si se abandona lo profundo no conmueve, sólo entretiene. Hacerte comprender pero sin perder tu identidad ni lo que deseas explicar es lo importante. P. Dicen que su arte surge de la conjunción de talento, calidad técnica, tesón y, sobre todo, de su insaciable curiosidad que lo lleva a ir más allá de las normas y convenciones. ¿Está usted de acuerdo con esta apreciación? R. La fórmula mas directa para ser un buen profesional es esa, trabajo unido al talento cultivado por el conocimiento y la constante búsqueda, una especie de insatisfacción, de la que habla Dalí y define como «divina insatisfacción». P. Puede referirse a las claves que contiene su montaje Desplumado, que usted lo define como «tragicomedia musical, bailada, cantada y hablada». R. La obra tiene el carácter dramático que desprende el tema de la muerte, pero con la visión tan sarcástica e irónica que siempre le da Woody Allen a esos temas, que son sus preferidos. Es una parodia de la película El séptimo sello de Bergman, que formula Allen en su libro Sin plumas. Yo me baso en los dos y hago una adaptación a mi mundo . Era necesario usar todo los recursos artísticos de los que el intérprete dispone por eso había que anunciarla de esa manera. P. También llama la atención la sugerente mezcla de estilos musicales tan dispares que pueden disfrutarse en la banda sonora de Desplumado: desde Stravinsky a Tom Waits. ¿En este detalle también se aprecia la concepción moderna que ha impreso usted a esta pieza? R. La variedad de estilos musicales aporta a la obra una ambientación mas idónea a cada escena, no contaba con una música original y lo que en un principio podría ser un contratiempo resulta que le otorga más frescura. Hay canciones que tienen una simetría perfecta con la temática y otras dan el ambiente sonoro que yo deseo. P. ¿En qué momento diría usted que se encuentra el estado de salud del flamenco actualmente? R. Cuando yo le hago esa pregunta a alguno de mis maestros siempre me responde que ahora, en este momento y en lo que se refiere al baile, es increíble la evolución que se ha echo y lo bien que se baila, pero que en general existe mucho desconocimiento de lo que es la base y de dónde viene todo. Yo particularmente pienso que se quiere llegar demasiado pronto y se le da más valor a ser conocido que a realizarte personalmente como artista; el resultado es que se pierde la profundidad de lo que se construye. P. ¿Podría confesarme cuáles han sido sus grandes maestros admirados y de cuáles se siente deudor? R. Mi maestro cuando comencé fue Manolo Marín, sigo regresando a beber de esa fuente siempre que puedo. He pasado por muchas compañías y he compartido escenario con grandes compañeros. En esta última década he tenido la suerte de compartir muchos proyectos con José Antonio, que lo considero un monumento nacional viviente. Pepe Nieto, aunque compositor, también me ha aportado mucho, al igual que Manuela Nogales. P. ¿Podría avanzarme una opinión sobre el estado actual de la Cultura en España desde su perspectiva de artista y agente de la industria cultural? R. La situación de asfixia ha provocado mucha competitividad desleal y se ha recurrido al canibalismo profesional en muchos casos. P. ¿Puede avanzarme en qué nuevo proyecto se encuentra trabajando en estos momentos? R. El año que viene empezaré a trabajar en un proyecto en el que me encontraré sobre el escenario con un piano y yo solamente, con un repertorio de obras de Falla, Albéniz, Granados y luego autores más contemporáneos como Ligeti, Takemitsu y Cage.
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