Diputados ricos, diputados pobres
La publicación de las dietas ha despertado un enorme revuelo entre los diputados al comprobar que unos pueden llegar a cobrar 3.000 euros al mes más que la mayoría, al margen del trabajo que hayan desarrollado o de los gastos que hayan generado, sólo en función del cargo que tengan y de la circunscripción de origen.
En diciembre de 2016, el portavoz del grupo Socialista, Iñaki Lavandera, llegó a cobrar 9.481,01 euros mientras que la diputada de su mismo grupo, Maria Teresa Cruz percibió 6.162,05 euros, es decir 3.318 euros de diferencia.
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Si lo comparamos con lo que obtuvo la presidenta del Parlamento, Carolina Darias -10.546,05 euros-, la distancia supera los 4.000 euros.
Son estas diferencias las que han provocado estos días un gran revuelo entre los diputados asalariados, sobre todo los que no tienen cargo y fueron elegidos por Tenerife que, en teoría, son los que menos cobran.
Todos los parlamentarios con dedicación exclusiva perciben un mismo sueldo: 3.868,04 euros brutos mensuales, pero los «complementos al cargo» de los que disfrutan los miembros de la Mesa, los presidentes y portavoces de grupo y hasta los portavoces suplentes van marcando las diferencias.
Las dietas acentúan las discriminaciones porque su importe no está ajustado al gasto que genera la actividad parlamentaria, sino al cargo que se tenga y a la circunscripción de la que se proceda.
Ni siquiera la extra de navidad que cobraron en diciembre es igual para todos: 3.023,69 euros recibió Darias y 1.934,01 euros Maria Teresa Cruz, como cualquier otra diputada sin cargo.
Las dietas por las «responsabilidades de gobierno y gestión permanente al frente de la Cámara» que cobran los miembros de la Mesa escuecen a muchos diputados. Darias obtiene 175 euros cada vez que pisa el Parlamento, como de la Hoz o Mario Cabrera 160 euros, Tavío o Héctor Gómez 90 euros. De hecho, éste último acumuló en diciembre un total de 1.440 euros, al margen del sueldo y la extra de Navidad.
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Los portavoces, además de los complementos al cargo, cobran dos dietas al mes, vayan o no al Parlamento, trabajen o no trabajen, sólo por «su dedicación a las funciones representativas de su grupo parlamentario».
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