A rey muerto, rey puesto

La dirigencia de la UD lleva sondeando el mercado de entrenadores desde hace semanas, vislumbrado ya un futuro sin Setién, y hay un perfil claro y definido para el candidato que se pretende. Ramírez encargó a Toni Cruz y Luis Helguera un rastreo minucioso de los profesionales que encajarían en los parámetros económicos y deportivos del proyecto.

Respeto sagrado por el modelo de cantera, probada competencia y un conocimiento exhaustivo de la categoría. Se valorará experiencia pero tampoco será un requisito básico, como así se acredita con la apuesta por el propio Setién, fichado en 2015 sin haber ejercido antes en los banquillos de Primera. Los ejecutivos de la entidad entienden que hay una base sólida y valiosa de futbolistas que, tras dos años de rodaje en la élite, pueden acometer el salto cualitativo que se pretende: ir a por competiciones europeas. Con el sueño continental ya casi inalcanzable en este curso, las miras están puestas en el futuro inmediato y al menos sí está garantizada la continuidad en la categoría (bastará con ganar cuatro de los trece encuentros), lo que permite un escenario idóneo para la planificación más allá de junio.

Cruz y Helguera ya mueven su agenda y contactos con el fin de seleccionar de la manera más minuciosa posible las diferentes alternativas que se postulan para ocupar la vacante que dejará Setién. El rastreo del mercado que determinará quién será el próximo entrenador se ve condimentado con los ofrecimientos que no paran de llegar de candidatos a llegar a una plaza apetecible, dado el prestigio que se asocia ahora a la UD por su pujanza deportiva y saneada economía. Los rumores ya empiezan a dar nombres (en Marca se insinuó el de Míchel, desmentido rotundamente por fuentes de toda solvencia) y hasta que se confirme el elegido, algo que no se producirá en varias semanas, la catarata de futuribles se sucederá sin descanso.

Con todo, no hay prisas y tampoco se pretende interferir en la trayectoria del equipo. Persigue la UD una transición tranquila y más considerando que la afición, que ya ha mostrado en repetidas ocasiones su adhesión a Quique Setién, puede verse violentado por el hecho de que se aireen diferencias con el preparador cántabro.

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