El guardián de la memoria y la cultura marinera

Los hijos de Ángel Díaz, coleccionista privado, que llegó a reunir más de un millar de fotos y documentación de barcos de Naos, así como miles de piezas, utensilios y aparejos, han creado una asociación para difundir su legado

Miércoles, 15 de julio 2020, 04:04

En dos almacenes del barrio arrecifeño de Altavista, como quien no quiere la cosa, existe una de las colecciones sobre barcos y marinería más interesantes que puedan existir y que sin duda supone el auténtico legado de la memoria marinera y pesquera de la isla. Se trata de un trabajo formidable a lo largo de más de veinticinco años hecho por Ángel Díaz (más conocido como Angelito el Fino) , que pasó más de la mitad de su vida haciendo acopio de elementos ligados a la cultura y tradición pesquera de Naos, en un tiempo, uno de los puertos pesqueros más importantes del mundo.

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Ahora, una vez fallecido su creador, sus hijos acaban de constituir la Asociación Sociocultural para la Recuperación de la Memoria Histórica y Pesquera de Lanzarote, Ángel Díaz, con la que quieren difundir tan importante legado, y evitar que caigan en el olvido las auténticas raíces marineras de la isla.

En esta impresionante colección, repleta de auténticas reliquias y tesoros vinculados al mundo de la marinería y la náutica, entre otras curiosidades y grandes acervos se compilan de más de mil fotografías de barcos con base en Naos, la mayoría de ellos con su correspondiente documentación, características técnicas, características y tripulación. Algunos de los barcos fotografiados y cuya documentación se guarda datan hasta de 1865 y primeros años de 1900.

Se trata de un auténtico trabajo de recopilación, que en sí mismo alberga una parte importantísima de la historia de la isla, marcada por la cultura pesquera y marinera hasta finales del pasado siglo y que poco a poco se ha ido perdiendo. En la colección se guardan centenares de documentos, muchos con indudable valor histórico, no solo matrículas de marineros, la más antigua de 1872, sino cartas de navegación, fichas de marineros de la Armada y otros cientos de documentos que todavía están pendientes de catalogarse y estudiarse a fondo y con gran valor.

También se guardan centenares de piezas antiguas de barcos, instrumentos de navegación, radios, aparejos de pesca, faroles, anchas, y muchas otras curiosidades, en definitiva, elementos de la cultura marinera que Ángel Díaz fue coleccionando. Como dice su hijo Juan Pablo «donde algunos solo veían chatarra, mi padre veía historia de Lanzarote».

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