Clotilde, memoria de Aguatona
Está un poco nerviosa. Y un tanto agobiada. Este miércoles se le agolpaban las entrevistas con los periodistas, y Clotilde Cruz Peña, la poeta rural de Ingenio, la memoria viva de Aguatona, quería atenderlos a todos. Será la pregonera de las fiestas patronales de la Candelaria y le preocupa que todo salga bien.
Gaumet Florido e Ingenio
Jueves, 16 de julio 2020, 19:29
Cuenta con naturalidad que se lo pidió el mismísimo alcalde, Juan Díaz, hace como siete meses. «Estuvo por aquí y acepté con ilusión y alegría, porque, claro, son cosas del pueblo y a mi pueblo le tengo cariño», se confesaba este miércoles mientras posaba para las fotos en el patio ajardinado de su casa de Aguatona, su barrio de siempre. «Estoy un poquillo mosqueada, porque ya los años son muchos». Se refiere a los suyos. El 3 de junio de 2018 cumplirá 91. «Vamos a ver si me sale bien, estoy muy agradecida, pero me lo podían haber pedido un par de años antes -apunta con cierta ironía, sonriente- ahora estoy un poco más pachucha».
Publicidad
Mujer autodidacta y con tres libros de poesía en la calle, recita con alma de verseadora. Y al menos a simple vista, solo el bastón da fe de los achaques de los que se queja. De resto, lo que despierta Clotilde es admiración. Y sorpresa. Sobre todo cuando se arranca con sus versos y los suelta de memoria. Sin perder el hilo. Sin que se le quiebre el tono. Tan bien maneja el arte que mañana viernes aprovechará el pregón para recitarle una poesía hecha por ella y dedicada a la Candelaria y a San Blas.
«Hablaré de mi niñez, de la crisis de aquellos años, de las costumbres que se han perdido y también de las cosas de hoy». Y no avanza más. Tiene el pregón listo, pero quiere que la gente lo escuche mañana viernes por primera vez, a partir de las 20.00 horas. Sí repite la invitación poética que redactó para la ocasión. «Ven al teatro García Lorca / te ofrezco una invitación / ven a escuchar el pregón / de una humilde aguatonera / que será la pregonera / este 26 de enero / con entusiasmo te espero / alegría y emoción / a un pueblo con tradición / que es mi pueblo cochinero». Su hija, cuenta, ya lo mandó a las amistades y conocidos por las redes sociales. «Ella es la que maneja el wasap, lo mío es el bolígrafo», sentencia.
Siempre fue amante de las fiestas de su pueblo, aunque reconoce que ahora de mayor va menos. «De lo más que me acuerdo de joven era de los bailes en el Casino del Puente, con la orquesta de Falcón y de Mejías, siempre me ha gustado bailar, pero ahora ya no puedo». Por lo demás, su tiempo lo dedica ahora a disfrutar de sus hijos (8, aunque uno se le murió), sus 17 nietos y sus 17 biznietos. Y a escribir, aunque admite que menos que antes.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión