Armas largas, ambiente tranquilo

Varios guardias civiles del grupo de refuerzo portaban armas largas, en concreto fusiles de asalto HK G36, en la misma plaza de la basílica, algo nunca visto en un ambiente festivo y tranquilo como es la celebración de la romería del Pino.

Los 55 vigilantes de la seguridad privada se encargaron de reforzar las salidas de las guaguas y algunas zonas del pueblo. También los 40 miembros de Protección Civil jugaron un papel importante. «Ha habido más reuniones de seguridad sobre todo por el corte del tráfico de la GC 21, los pueblos que se quedaban incomunicados... Había que discutir eso y también el tema de los atentados», describió el jefe de la Policía Local de Teror, Manuel Betancor, que justificó la presencia de armas largas por «protocolo» en actos de gran afluencia de personas tras lo ocurrido en Barcelona

Sin armas y lavadas con Perlán, 130 ovejas blancas inauguraron la romería junto a sus pastores pasadas las 16.10 horas. Fueron las primeras en rendirle honores a la virgen: «En Teror todo ocurre antes o después del Pino», recitó el presentador del acto aludiendo a las palabras del catedrático Maximiano Trapero.

La música folclórica y el baile no cesó durante más de cuatro horas de fiesta. Por delante de la patrona de Gran Canaria pasaron las 17 candidatas a Miss Universo Las Palmas que se celebra en Mogán, tinerfeños de Candelaria, entre otras muchas representaciones, porque la rivalidad «es cosa de los políticos», decían. El conejero Yeray Betancor fue elegido hace más de un mes como romero mayor de Teror, entre otros candidatos, por la originalidad de su traje típico tejido a mano, cuenta: «Por ser la primera vez la verdad es que estoy súper contento. Ahora me queda disfrutar todo el año hasta que tenga que entregar la banda en las próximas fiestas», señaló el joven, de 33 años. También se unió a la fiesta el grupo Axaentemir de lucha de garrote canario: «Esto era secreto en el pastoreo tradicional. Se había perdido pero hice un trabajo de investigación, hablando con los mayores», detalló el «gran maestro», como lo llaman sus alumnos, Jorge Domínguez. Todo el mundo disfrutó de un Pino de ambiente más tranquilo que otros años, con menos gente, y también más protegido.

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