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Osaka-Hiroshima

Mario Hernández Bueno | Las Palmas de Gran Canaria

En el XIX el comodoro norteamericano Matttew Perry, almirante de la primera flota de barcos de hierro, sometió a los japoneses en Okinawa e hizo que se abrieran al mundo. Y en mismo siglo, el célebre marino estuvo varias veces en Canarias y en Gran Canaria prolongó su estancia y le dio tiempo para conquistar a una isleña y dejarla encinta

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