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Ilustración: Higinia Garay
Este periódico se pone el bañador a partir del próximo domingo

Este periódico se pone el bañador a partir del próximo domingo

Las páginas especiales de Vivir en Verano nos llevarán de peregrinación por el Camino de Santiago y en un viaje en autocaravana por el sur de España, pero también habrá humor, misterio, buen comer, cómic y hasta filosofía

Sábado, 10 de julio 2021

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Teníamos muy claros los ingredientes del verano. Era una receta de eficacia probada, por usar la fórmula de la publicidad clásica, y la habíamos puesto en práctica durante años, durante décadas, durante toda la vida: las vacaciones se construían a base de piscina, de playa, de campo y río, de neveras bien surtidas de refrescos y cervezas, de niños en bici, de tumbonas, de vermús a mediodía y copas al atardecer, de viajes a rincones desconocidos y regresos a los sitios que mejor conocemos, de siestas largas para engañar al sol, de músicas de verbena y de festival, de encuentros y reencuentros, de encerrar las preocupaciones en una cápsula del tiempo para abrirla a regañadientes allá por septiembre (o nunca, si el euromillón llegaba a tiempo). Veranear tenía mucho de rutina, incluso cuando se acometían planes nuevos, porque todos aplicábamos esa receta eterna e infalible que en los dos últimos años se nos ha echado a perder un poquito.

Estamos en el segundo año de la pandemia y en la fórmula para estas vacaciones siguen apareciendo las mascarillas, el miedo, la incertidumbre, las restricciones y la incómoda sensación de que vivimos sin vivir del todo, pero la mejor manera de luchar contra estas penalidades es aferrarnos a todos los ingredientes del verano que podamos salvar de la crisis, aunque sea adaptándolos a los nuevos tiempos: siempre con prudencia, pero sin abandonarnos al desánimo. A partir del próximo domingo y hasta finales de agosto, esta sección de Vivir también experimentará su metamorfosis estival, se enfundará el bañador y se transformará en Vivir en Verano, algo así como un compendio de todas las cosas presentes y pasadas que hacen que esta estación siga mereciendo tanto la pena.

Serán cinco páginas diarias. En las dos primeras, se irán publicando de manera alterna tres reportajes por entregas. En uno de ellos, el periodista Sergio García irá contando sus aventuras y desventuras como peregrino en el Camino de Santiago: «Este año es Xacobeo y los rigores de la pandemia llevan meses reprimiendo esa corriente que ahora se derrama, incontenible, con afluentes en toda Europa y más allá. Ante nosotros se despliegan 31 etapas, desde Saint-Jean-Pied-de-Port, al otro lado de los Pirineos, hasta la Plaza del Obradoiro, cruzando todo el norte peninsular por la llamada Ruta Francesa. 774 kilómetros, una auténtica 'road movie' a la española», plantea Sergio, un enamorado de este recorrido: «El Camino es una sucesión infinita de hayedos y chaparrales, de cultivos de vid, trigo y remolacha, de sudor y saliva adherida a las comisuras de la boca por efecto del viento, el sol y la lluvia. Es inmutable aunque cambie a las personas con cada etapa como hace el agua con el lecho del río», comenta.

Y, los domingos, ocho páginas de pasatiempos

El verano es la temporada alta de los pasatiempos, aliados de quienes se tiran las horas muertas en la playa o la piscina (y no digamos ya de quienes se ven arrastrados allí contra su voluntad). A partir del próximo domingo, a la oferta diaria de este periódico se sumará un cuadernillo dominical de ocho páginas repleto de pasatiempos, con «la variedad» como principal objetivo, según explican sus responsables. Junto a imprescindibles como los crucigramas (clásico, negro, blanco, numérico o 'picker') o el autodefinido (ojo al formato gigante), esta revista semanal llevará problemas de lógica y ajedrez, sudokus, sopas de letras y retos con nombres tan sugerentes como las palabras en flor, el golf numérico, el doble caracol, la tela de araña, el recorrido silábico o la pirámide numérica. ¡A por ellos!

La segunda serie contará otro viaje que seguramente va a estar menos impregnado de misticismo, pero que también garantiza cierto grado de autoconocimiento: Rosa Palo va a embarcarse en un itinerario en caravana por el sur de España, una experiencia radicalmente novedosa para ella. «Quién me iba a decir a mí que, a mis cincuenta bien cumplidos, acabaría cruzando España en caravana por culpa de la nefasta influencia del cine norteamericano. Yo, que soy carne de hotel y de bufé libre, convertida en un trasunto de Frances McDormand. ¡Acabáramos! Con las canas al aire y mi mejor chándal, salgo hacia Portugal dispuesta a bañarme en el océano, que el Mar Menor se me ha quedado pequeño», planea Rosa, sin tenerlas todas consigo. Estas dos crónicas de viaje se turnarán con una tercera serie dedicada a las personas que trabajan en verano o, dicho de otro modo, que se trabajan nuestro verano: socorristas, animadores de hotel, recepcionistas, feriantes, dueños de chiringuito y hasta barquilleros están entre los currantes que contarán sus vivencias.

Pero, además de ese plato principal, Vivir en Verano incluye una docena de secciones variopintas. Rosa Belmonte firmará una columna jugosa sobre los veranos de ayer y de hoy, Luis López propondrá algo así como una guía antiturística (¿algún voluntario para una visita a los murciélagos y las cucarachas de las cuevas de Gomantong?) y un montón de personajes populares evocarán las vacaciones más bonitas de su infancia en 'Mi verano azul', que conmemora el 40 aniversario de la primera emisión de la serie, la primera de muchas muertes de Chanquete. Habrá sitio para una selección de las mejores fotografías, para propuestas de bocados y tragos con los que organizar un suculento aperitivo (de la clásica ensaladilla a un tabulé de quinoa), para las viñetas veraniegas de la ilustradora Carla Berrocal y para las andanzas narradas en primera persona del 'paparazzi' Diego Arrabal. Y, por supuesto, Arantza Furundarena se ocupará de la crónica diaria de Gente, fiel a su cita de todos los años con la Copa del Rey de Vela en Mallorca y la estancia de la Familia Real en Marivent.

El 600 y los paradores

Tendremos misterio, en forma de un relato diario del género negro acompañado del correspondiente dibujo de Tomás Ondarra, y tendremos también humor, con una entrevista diaria a un cómico, de Moncho Borrajo a Ignatius Farray pasando por Anabel Alonso o Patricia Conde. Y acabaremos el verano sabiendo un poco más que cuando lo empezamos, gracias a tres secciones centradas en el descubrimiento y la reflexión. Óscar Beltrán de Otálora nos traerá las biografías de personas que han sido relevantes en nuestra manera de concebir las vacaciones, aunque muchos ni siquiera conozcamos sus nombres: «¿Por qué el 600 que democratizó el turismo tenía ese diseño? ¿A quién se debe que los paradores salpiquen la geografía de la península? ¿Quién es el responsable de que los pedalos inunden las playas españolas? Acercaremos al lector los nombres, apellidos y vicisitudes de aquellas personas claves a la hora de entender cómo hemos llegado hasta aquí», detalla Óscar.

Andrea Morán y Martín Arocena se cruzarán postales «con paradas en películas, series y otros artefactos audiovisuales» y con «los cines de verano (y el verano mismo) como pretexto». Y, finalmente, los profesores Luis Garagalza y Michael Marder reflexionarán sobre unas cuantas máximas filosóficas, con punto de partida en aquel 'conócete a ti mismo' del Oráculo de Delfos. «El pasado nos habla –comentan–. De alguna manera, parece querer decirnos algo sobre nosotros y nuestro presente. Por eso, hemos seleccionado doce frases que provienen de la tradición filosófica y consideramos dignas de ser recordadas. Nos proponemos hacer breves comentarios de esas citas, esperando que nos inviten e inciten a reflexionar sobre lo que nos está pasando, sobre lo que somos y lo que queremos ser, sobre los tiempos que nos ha tocado vivir y lo que podemos hacer con ellos». A lo mejor este paréntesis para el pensamiento tampoco entraba en nuestra receta tradicional del verano, pero desde luego nos hace más falta que nunca.

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