Sanidad estudia un caso sospechoso de viruela del mono en Gran Canaria

La Consejería de Sanidad notificó ayer el primer caso sospechoso de viruela del mono en Canarias. Un joven de 29 años que tenía fiebre alta y las ronchas parecidas a la varicela y había practicado sexo sin protección. «Era cuestión de tiempo. Habrá casos en el resto de las comunidades y Canarias no iba a ser ajena a esto», aseguró ayer el director de Salud Pública, Juan José Alemán.

«La particularidad del brote actual es que afecta a varios países simultáneamente y se está dando con un patrón de transmisión sexual por prácticas sexuales de riesgo», explicó Alemán. Este patrón, abundó, «nos va a ayudar a frenar las cadenas de contactos que se reduce a determinadas personas y que son colaboradoras con las recomendaciones. La levedad y baja contagiosidad de esta enfermedad -hay que entrar en contacto con los fluidos corporales de la persona infectada- nos hace pensar que será un fenómeno puntual, pero hay que esperar», añadió.

El caso del que se sospecha en Gran canaria evoluciona favorablemente en su casa, aunque bajo la supervisión de los equipos sanitarios del Negrín.

Ayer, Italia también confirmó un primer caso en un hombre joven que había viajado a Canarias y del que Sanidad no tiene constancia que sea de las islas.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad prepara la compra de miles de vacunas contra la viruela tradicional que sirven también para frenar el virus del mono. El departamento de Carolina Darias explicó ayer que «a través de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, está valorando y analizando distintas opciones terapéuticas en función de su viabilidad y efectividad, tales como antivirales y vacunas». Así, además de las vacunas, Sanidad estudia adquirir medicamentos para tratar a los pacientes que ya padezcan la enfermedad.

La vacuna, fabricada por el laboratorio danés Bavarian Nordik, se llama Imvanex y fue aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) en 2013 solo para la viruela tradicional, aunque la FDA (el regulador de Estados Unidos) también le dio luz verde para la viruela del mono. Se administra en dos dosis de 0,5 mililitros, con un intervalo de 28 días.

La EMA explica que Imvanex contiene una forma modificada del virus llamada 'viruela vacunoide de Ankara', que no causa la enfermedad en los seres humanos y no puede replicarse (reproducirse) en las células humanas. Debido a su similitud con el virus de la viruela, los anticuerpos producidos contra este virus también protegen contra la viruela. En principio, este compuesto se administraría en España por la estrategia de anillos, que consiste en inyectar las dosis a los contactos de los pacientes confirmados y a su vez, a las personas que hayan tenido relación estrecha con estos contactos.

Hasta ayer, Sanidad había confirmado en España siete casos, mientras otros 29 permanecen en estudio, todos en Madrid, salvo uno en Gran Canaria. El Centro Nacional de Microbiología está analizando 25 muestras de esos casos sospechosos a través de PCR, que permiten un diagnóstico diferencial de los cuatro tipos de virus de la familia de ortopoxvirus. Más tarde, la secuenciación permite determinar si es o no viruela del mono. En el resto del mundo, el goteo de infecciones es constante. Reino Unido, el primer país en lanzar la alerta sanitaria, ha confirmado nueve pacientes; Portugal, cinco; y Suecia e Italia ya han notificado un enfermo cada uno.

Europa no tiene aprobada ninguna vacuna específica contra la viruela del mono y por eso ha pedido a los Estados miembros que administren la fórmula contra la viruela. «Si se dispone de vacunas contra la viruela en el país, se debe considerar la vacunación de los contactos cercanos de alto riesgo tras una evaluación de riesgos y beneficios», reclamó ayer el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) en una nota informativa, en la que resaltaba la alta eficacia de la vacuna contra la viruela tradicional frente al virus del mono.

«El efecto protector de la vacuna de la viruela contra la infección por viruela del mono se ha demostrado en estudios realizados en la década de 1980, que mostraron una eficacia de hasta el 85%», explica el ECDC en un documento para profesionales.

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