El principal acusado por el triple crimen de Chiloeches, en Guadalajara, se enfrenta a la prisión permanente revisable
En el juicio, que ha comenzado en la Audiencia Provincial de Guadalajara, el único superviviente de la matanza la recordado cómo mataron a sus padres y a su hermana
J. M. L.
Martes, 11 de noviembre 2025, 15:46
La Audiencia Provincial de Guadalajara acoge el juicio con jurado por uno de los crímenes más atroces ocurridos en España en los últimos años: la violenta muerte por arma blanca de Laura, una joven de 22 años, y de sus padres, Ángel Villar y Elvira Fernández, de 52 y 53 años, en su domicilio familiar de Chiloeches (Guadalajara) en abril de 2024. En el banquillo de los acusados se sientan tres jóvenes: el presunto autor material del triple crimen y dos amigos como posibles cómplices.
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El primero, para quien la fiscalía y la acusación particular piden la prisión permanente revisable, reconoce su culpabilidad pero su abogado considera que la petición de pena es excesiva y solicita la libre absolución al entender que actuó por los efectos del consumo de drogas.
En la sesión del juicio de este martes declaró el único superviviente de la matanza, hermano mellizo e hijo de los asesinados. Según su testimonio, en la madrugada del 13 de abril de 2024 se despertó sobresaltado al escuchar gritos y golpes. Al levantarse, «vi a hermana caída al final de la escalera y después alguien intentó entrar a mi habitación pero bloqueé la puerta y me escapé por la terraza de mi cuarto», explicó Yeray. Más tarde saltó la valla del chalet y llamó al teléfono de emergencias 112.
También declararon este martes un amigo de los acusados quien afirmó que el principal implicado, Fernando Peña, tenía problemas de deudas por culpa de las drogas así como agentes de la Guardia Civil que confirmaron la presencia de los tres acusados cerca de la vivienda el día de los hechos por el posicionamiento de sus teléfonos móviles.
Un robo frustrado
El juicio, que se prolongará hasta el 19 de noviembre, reconstruye lo sucedido el 13 de abril de 2024 en una vivienda unifamiliar de la urbanización Medina Zahara, de Chiloeches. Esa madrugada, Fernando accedió presuntamente a la casa con la intención de robar objetos de valor como relojes de lujo y joyas además de dinero. Lo hizo armado con una bayoneta y una navaja y contaba con información de la distribución de la casa pues uno de los acusados, Cristian, fue novio de Laura. El padre se despertó por los ruidos y se encontró con el ladrón, a quien conocía, que le asestó 29 puñaladas. Después mató a la madre, que recibió 14 cuchilladas, y a la hija, cuyo cadáver presentaba siete heridas por arma blanca. Tras lograr un botín formado por varios relojes y joyas huyó prendiendo fuego a la casa con la intención de borrar huellas.
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Horas más tarde, las fuerzas de seguridad dieron con él y con sus compinches, que habían esperado fuera del domicilio con un coche, y que ahora también piden su absolución mientras que la fiscalía y la acusación particular solicitan para ellos cinco años de cárcel por robo con violencia en casa habitada y uso de arma.
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