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Jazael Ascanio, jefe de prensa en Presidencia del Gobierno de Canarias, Adelaida Hernández, exjefa de prensa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Dánae Pérez, redactora en la mesa de actualidad de CANARIAS7. COBER

Larga vida al periodismo

40º ANIVERSARIO CANARIAS7 ·

Fue, es y será un servicio imprescindible para la ciudadanía

Samantha Sánchez

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 3 de noviembre 2022, 23:36

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Se podría decir que la industria periodística vive en la actualidad uno de los capítulos más desafiantes de su historia. En dos décadas, se vio obligada a reinventarse y reconvertirse para poder sobrevivir a las crisis financieras, la digitalización, la gratuidad y un mercado mucho más competitivo. También tuvo que aprender a desenvolverse en el mundo de la sobreabundancia informativa, en el que parte de la ciudadanía pierde cada vez más la confianza en los medios de comunicación. Con todo esto sobre la mesa, la verdadera incógnita que se plantea es ¿está el periodismo sentenciado a morir?

Coincidiendo con el cuarenta cumpleaños de CANARIAS7, tres periodistas pertenecientes a diferentes generaciones- y que, de alguna u otra manera, han pasado por la redacción de este periódico-, aportan su visión en relación a cómo divisan el futuro de su profesión.

Tienen bastante claro que el periodismo no va a morir por la sencilla razón de que no puede hacerlo y mucho menos en las sociedades democráticas. Y es que, sin lugar a dudas, fue, es y seguirá siendo un servicio del que las personas no pueden prescindir. Así lo creen Adelaida Hernández (más conocida como Yaya), jefa de prensa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria durante treinta y cuatro años y que recientemente se ha jubilado, Jazael Ascanio, jefe de prensa en Presidencia del Gobierno de Canarias, y Dánae Pérez, redactora en la mesa de actualidad de CANARIAS7.

Yaya Hernández: «Ser periodista hoy puede ser más difícil que hace cuarenta años, pero también es más interesante»

Hablan de que la sociedad atraviesa un momento de contradicción: dispone de más información que nunca y, sin embargo, nunca ha sido más difícil informarse bien. Los ciudadanos y ciudadanas encuentran cada vez más complicado verificar la realidad que los y las rodea, por lo que la intermediación de los profesionales y las profesionales de la información resulta vital.

«Como periodistas debemos desacreditar la desinformación y conseguir que la ciudadanía tenga la capacidad de discernir y diferenciar entre una información que tiene el objetivo real de informar de otra que tiene el objetivo oscuro de desinformar», afirma Jazael Ascanio. «Es por eso que ser periodista hoy posiblemente es más difícil que serlo hace cuarenta años, pero también es más interesante», añade Yaya Hernández.

Yaya Hernández, Jazael Ascanio y Dánae Pérez en la sede de CANARIAS7.
Yaya Hernández, Jazael Ascanio y Dánae Pérez en la sede de CANARIAS7. COBER

Por su parte, Dánae Pérez asegura que ser periodista en la actualidad también consiste en «ser un hombre o una mujer orquesta». Esa persona que escribe, graba, hace fotografías, envía, hace directos, está al tanto de la actualidad, entre otras funciones. Esa especie que llegó para quedarse.

Los tres coinciden en que el papel del periodista y de la periodista del futuro es básicamente el del presente: denunciar la información malintencionada y buscar la verdad que se esconde entre tanto ruido. Además, son conscientes de que los medios de comunicación ahora se enfrentan a otros retos inmediatos que, sin duda, van a marcar el futuro próximo de la profesión.

Pero si la irrupción de las nuevas tecnologías y de las redes sociales provocó la crisis de la industria periodística en las primeras décadas del siglo, las mismas podrían convertirse en su salvavidas. «Nunca hemos tenido la posibilidad de hacer tan buen periodismo como ahora, con la cantidad de herramientas que tenemos a nuestra disposición», indica Ascanio. A pesar de esto, según Hernández, los y las periodistas se están olvidando del contenido. «¿De qué nos sirve tener tantos canales por los que transmitir información si no estamos contando lo que de verdad le importa a la ciudadanía?», se pregunta.

Dánae Pérez: «Los periodistas debemos volver a poner a la ciudadanía de nuestro lado»

Y es que la obsesión por los clics y por ganar audiencias en un panorama mucho más competitivo ha supuesto también un gran desafío para los propios y las propias profesionales de la información, que también se han visto inmersos, sin quererlo, en el caos de la sobreinformación.

«Lo que tenemos que hacer es volver a poner a la ciudadanía de nuestro lado y convencerla de que nuestra verdadera misión es y siempre ha sido darle voz y poner el foco en sus problemas, en sus historias y en todo aquello que le preocupa para que todas las personas puedan tener una vida mejor», afirma Dánae Pérez.

La precariedad es otro de los grandes temas que ha golpeado al periodismo casi desde sus inicios, deteriorando poco a poco el buen ejercicio de la profesión y suponiendo un obstáculo más a la libertad de expresión. Según Yaya Hernández, interesa que sea una ocupación denostada debido a que «cuanta menos credibilidad tengan los periodistas y las periodistas, más fácil será para determinados poderes guiar a la sociedad a su antojo». Jazael Ascanio añade que los salarios «demuestran que este trabajo es más vocacional que otra cosa porque son muy pocos los casos que están bien remunerados». Sobre la vocación hay coincidencia total.

Jazael Ascanio: «El mejor momento para defender el buen periodismo es ahora»

No obstante, hay esperanza para la industria periodística. Los tres están de acuerdo en que no todo está perdido y que es una situación que tanto las y los periodistas como la ciudadanía pueden revertir. «El mejor momento para defender el buen periodismo y para denunciar las prácticas malintencionadas es ahora», sostiene Ascanio. «Si desde el siglo dieciocho se decía que el periodismo representaba el cuarto poder en las sociedades democráticas, ¿cómo lo vamos a ceder ahora así sin más? Hay que luchar para que las cosas cambien», comenta Yaya Hernández.

Una de las posibles soluciones se encuentra en la educación. «Es necesario enseñar a la población desde muy jovencita a consumir prensa de forma correcta y a saber diferenciar una información veraz de la que no lo es. Creo que se debería apostar por un proyecto educativo basado en esto y liderado por profesionales del periodismo», señala Dánae Pérez.

Un momento de la charla mantenida en la sede de CANARIAS7.
Un momento de la charla mantenida en la sede de CANARIAS7. COBER

No hay que olvidar que la naturaleza de los medios de comunicación y del periodismo nace para el servicio de la ciudadanía. La información práctica, útil y de servicio puede mejorar las vidas de las personas. «Aunque no lo parezca, la ayuda que le brindamos a la sociedad es casi diaria. Si no le ofrecemos a las personas lo que necesitan saber, las estamos dejando tiradas», asegura Yaya Hernández. Por su parte, Jazael Ascanio, que nació el mismo día que vio la luz CANARIAS7, el 2 de octubre de 1982. recalca la importancia del periodismo local y de la necesidad de que existan más medios que cuenten lo que sucede en cada comunidad, en este caso, en Canarias.

A pesar de todo, los tres profesionales coinciden en que si tuvieran la oportunidad de volver atrás, volverían a estudiar periodismo. «Estoy convencida de que hice la mejor elección de mi vida. No me he arrepentido ni cuando me ha costado llegar a final de mes», cuenta Yaya Hernández, que no quiere perder la ocasión para felicitar a CANARIAS7: «Ha sido para mí una gran escuela de periodistas y una gran familia».

La eterna duda: ¿el buen periodismo puede ser gratis?

La industria periodística ha estado condicionada por la cultura de la gratuidad, o lo que es lo mismo, la resistencia de la mayor parte de la ciudadanía al pago por contenidos informativos. «No estamos acostumbrados a pagar por información y por eso nos llevamos las manos a la cabeza cuando un medio pide ayuda a su audiencia para mantenerse», afirma Jazael Ascanio. «Hay que recordar que detrás de esto hay un negocio como cualquier otro», añade.Por su parte, Yaya Hernández asegura que «contarle a las personas de una comunidad lo que realmente les importa no puede ser totalmente gratis». Según Hernández, para que el periodismo fuera completamente gratis tendría que convertirse en un servicio público, como la sanidad o la educación, y en ese caso, estaría subvencionado. «Si no lo pagamos como individuos, entonces lo tendremos que pagar como sociedad», agrega.

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