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La clase se dividió en grupos que representaban a un ideología política concreta para luego comparar medidas concretas.

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La clase se dividió en grupos que representaban a un ideología política concreta para luego comparar medidas concretas. Cober
Un ejercicio para fomentar el pensamiento crítico

Irena, estudiante de Bachillerato: «Mi miedo es dejarme influenciar y no distinguir lo que de verdad pienso»

El alumnado del IES La Minilla se convierte por un día en un grupo de parlamentarios para debatir sobre el modelo ideal de Estado

Ingrid Ortiz

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 18 de mayo 2025

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Son las 8.00 horas de la mañana y sus señorías se dirigen al salón. No es el Congreso de los Diputados ni el Parlamento de Canarias sino la clase 38 del IES La Minilla. El hemiciclo improvisado lo ocupa hoy el alumnado de Filosofía de primero de Bachillerato que, en un proyecto para fomentar el pensamiento crítico, debate sobre el mejor modelo de Estado. ¿Hay que subir o bajar los impuestos? ¿Se debe primar la meritocracia frente a la garantía de derechos básicos? ¿Chocan los conceptos de globalización y ecologismo? ¿Cuánto debe intervenir el Estado en el libre mercado? Estas son algunas de las principales cuestiones que enfrentan a las distintas ideologías que representan.

En realidad, el debate es solo la guinda del pastel. El trabajo comenzó varias semanas antes, cuando a cada grupo de entre tres y cuatro personas se les asignó una corriente política a defender con propuestas concretas como si de una campaña electoral se tratase. Algunos, incluso, llegaron con folletines, banderas y pegadizos eslóganes de su partido inventado en un despliegue de creatividad que iba más allá del mero espectáculo: el objetivo era investigar, reflexionar y reconocer cómo los partidos reales encarnan determinadas ideologías.

Pero defender posturas contrarias a las propias fue todo un reto. «No fue fácil - asegura Laura Sánchez, que jugó el papel de fascista- Me encontré un poco en la tesitura de crearme un personaje para defender argumentos que consideraba injustificables». En el extremo opuesto, Sofía Ybáñez se sintió algo más cómoda en el marco del comunismo, ya que se siente identificada con sus bases y su crítica al sistema capitalista a pesar de que no comulga con su tradicional autoritarismo.

La mayoría del estudiantado fluyó en aguas intermedias y concluye que cuesta encasillarse: «No tienes por qué opinar una cosa al cien por cien. Puedes ir cogiendo de aquí y allá y cambiar con lo que sabes», reflexiona Sara Fleitas. Una visión que también comparte su compañera Daniela Sánchez, con quien abanderó por unas horas el neoliberalismo. Ambas destacan la utilidad de indagar en ideas contrarias a las propias para comprender mejor el abanico ideológico: «Esto nos hace pensar en otras formas de ver el mundo y salir de nuestra burbuja», señalan.

Fuera del aula hay más polarización y existen temas tabú entre compañeros debido al auge de discursos extremistas

De hecho, este proyecto también ha servido para revisar las propias convicciones. Luis Pérez, quien se puso en los zapatos de un libertario, no había escuchado hablar de algunas corrientes o conceptos hasta que comenzó este trabajo y, para Irena Artiles, quien defendió en clase la socialdemocracia, ha supuesto un profundo ejercicio de autoconciencia. Asegura que su entorno, influenciado por el ideario ultraderechista, había condicionado su visión: «La forma en la que te hablan de un partido puede ser muy bonita pero llega a ser confuso; la gente se centra solo en lo que le gusta sin comparar», lamenta.

Aunque dentro del aula el debate se desarrolló sin extremismos, fuera la conversación entre compañeros sí está polarizada. Los estudiantes reconocen que hay temas tabú, como la inmigración o el feminismo, en los que han crecido los discursos de odio. Y pese a ser conscientes de que esto solo se combate con información, muchos recurren a fuentes cuestionables como YouTube, las redes sociales o los debates familiares. «Es tan fácil dejarse llevar por lo que escuchas que a veces se pierde la objetividad», apunta Sara.

Luis también reconoce que su información sobre política es superficial y mayormente heredada del entorno, aunque ha tenido curiosidad por contrastar datos en ocasiones. Daniela y Laura, en cambio, afirman que tratan de buscar distintas versiones: desde libros y artículos hasta periódicos impresos o podcast. «Intento ver las dos caras, no solo la que me da la razón, para entender por qué hay gente que vota otras opciones», afirma la segunda.

Irena Artiles, Sara Fleitas, Sofía Ybañez, Laura Sánchez y Luis Pérez reflexionaron tras el debate. Cober

Esta representación del aula también señala la dificultad de encontrar espacios neutrales donde poder debatir sin miedo a ser juzgados. «A veces las opiniones radicales te afectan más porque tienen mayor visibilidad, y uno se puede sentir perdido entre tanto ruido», explica Daniela, mientras que Irena confiesa otro temor: «Mi miedo es dejarme influenciar y no ser capaz de distinguir lo que de verdad pienso».

Por su parte, Sofía alerta sobre el auge del discurso de ultraderecha entre los jóvenes: «Este tipo de partidos usa estrategias muy efectivas: te dan un problema y te señalan un culpable». Ella cree que el fanatismo y la falta de información se retroalimentan en una sociedad que cada vez permite menos los matices. «Somos jóvenes y eso nos hace radicales muchas veces, pero al mismo tiempo es peligroso», advierte. Luis coincide: «Se le da demasiada importancia a las noticias negativas y eso crea una visión parcial de la realidad. Al final, no ves la otra cara de la moneda».

Más allá del corto debate, donde cuesta categorizar qué partido o medida es mejor que otra, el logro ha sido sembrar la semilla del pensamiento crítico. Este tipo de ejercicios, afirma su profesora, Susana Cendón, les permite hacerse preguntas y posicionarse sin caer en el fanatismo. «El día de mañana van a enfrentarse a sus primeras urnas y no es lo mismo votar sin saber que votar con conciencia».

Distintos momentos del debate. Cober
Imagen principal - Distintos momentos del debate.
Imagen secundaria 1 - Distintos momentos del debate.
Imagen secundaria 2 - Distintos momentos del debate.

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