Las familias canarias pagan material didáctico o folios porque en los colegios «falta lo más básico»

La insuficiente dotación para los gastos de funcionamiento y adquisición de material didáctico de los centros educativos de Canarias hace que las familias se enfrenten a pagos irregulares.

Es lo que denuncia la Confederación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Canarias (Confapa Canarias), que reclama que se sumen 10 millones de euros anuales a los presupuestos destinados a los gastos de los centros educativos públicos de las islas, «en línea además con alcanzar el 5% del PIB destinado a Educación».

«En los colegios públicos falta lo más básico en infraestructuras y equipamiento, la escuela está infradotada de medios y recursos y las familias están inyectando millones de euros cada curso escolar para sufragar materiales tan básicos como los folios, fotocopias de exámenes, materiales didácticos y productos de higiene», afirma el vicepresidente de la Confapa Canarias, Sergio de la Fe.

A esta cantidad habría que sumar, según denuncia Confapa, las donaciones que realizan las AMPA a los colegios, «miles de euros anuales que se destinan a cuestiones tan elementales como contar con pérgolas de sombra en los patios, fuentes de agua, reparaciones, equipamientos tecnológicos y deportivos, etcétera».

Según De la Fe, «las cuotas que pagan las familias por ser socias de las AMPA terminan en la cuenta de resultados de los colegios y no siempre bien contabilizadas». Padres y madres están sufragando gastos propios de la Consejería de Educación o de los ayuntamientos que no se reflejan en la contabilidad de los centros», asegura el representante de las AMPA, quien exige «una mejora en las herramientas de control presupuestario de los centros educativos y poner a disposición de los centros personal para apoyar y auditar los presupuestos y su gestión».

Antes del inicio del último curso en Canarias, Confapa inició una campaña contra el «copago irregular» que afrontan muchas familias para sufragar gastos de los centros educativos, y asegura que la situación se mantiene.

«El mayor logro que conseguimos durante la legislatura anterior fue que se emitiera una carta de oficio por parte de la Inspección Educativa a todos los centros informándoles de que no se podía realizar ese tipo de copagos materiales», relata De la Fe. Y asegura que «no solo estas cartas de oficio están siendo ignoradas, sino que además cuentan con la connivencia de la Inspección, que sabe que esto sigue pasando, solo que ahora ya no es público».

E insiste en que «ahora, a raíz de nuestra campaña, lejos de acabar con estas prácticas, se ha convertido en algo soterrado, en comunicaciones vía papel, correos electrónicos personales, incluso llamadas telefónicas en las que les piden a las familias que abonen estas cuantías». «Tenemos bastantes y suficientes pruebas de que estos copagos educativos se siguen cometiendo y ahora además con la connivencia de la Inspección Educativa», concluye.

En su opinión, basta con revisar los listados de materiales que se piden a los alumnos y las alumnas a principio de cada curso, e incluso cantidades en efectivo, para «comprobar que se incumple la advertencia contenida en el oficio firmado el 8 de septiembre de 2022 por la Inspección General Educativa».

«Son ejemplos clarísimos de copago educativo. Incluso se pide un pago por seguro escolar a alumnado de primero y segundo de la ESO cuando ese concepto ya corre por cuenta de la Consejería y «en muchos IES se reclama un cargo en cuenta en concepto de matrícula para cursar enseñanzas que son obligatorias», añade.

También denuncian que las familias costeen las actividades complementarias. «Forman parte del curriculum, son por ley obligatorias y evaluables, y se desarrollan en horario lectivo, y suponen un desembolso importante para las familias que se ven obligadas a costear transporte y accesos a centros y espectáculos», asegura Confapa Canarias.

Las AMPA de las islas denuncian que «hay centros en los que estas actividades no se desarrollan porque las familias no pueden asumir el coste, lo que muestra un mapa escolar carente de equidad».

Por otro lado, la conciliación supone un gasto extra mensual de unos 20 euros por escolar para las familias por pagar servicios de acogida temprana, salida tardía o actividades extraescolares, según aseguran los representantes de las AMPA del archipiélago.

«Hablar de una escuela canaria gratuita es un trampantojo. Estamos convencidos que si a la inversión pública se sumara todo lo que aportan las familias a través del copago educativo se superaría con creces el 5% del PIB», sostiene De la Fe.

La media de gasto por escolar para el inicio del curso «supera en Canarias los 500 euros, además de las cantidades que se sigue aportando durante todo el curso», denuncia Confapa Canarias, que advierte «de un importante incremento en este gasto para el nuevo curso escolar, el segundo con el IPC disparado».

Además, destacan los representantes de las familias del alumnado canario, con la entrada en vigor de la Lomloe, vigente ya también para los cursos impares, los libros de texto son nuevos «con lo que se rompe la cadena de préstamos y donaciones entre las propias familias, además de que en el caso de libros de texto digitales las licencias, con el mismo precio que el libro físico, sólo duran un curso escolar».

Confapa destaca que vestimenta, calzado, libros y útiles escolares suponen un gasto muy elevado cada mes de septiembre y «especialmente en los hogares con más de un niño o niña en edad escolar las familias tienen que recurrir a créditos y financiación para poder afrontar el gasto».

A la hora de adquirir el material escolar, desde Confapa Canarias se aconseja a las familias que opten por productos con una buena relación calidad-precio «pero sin prestar atención a las marcas específicas que se piden desde los centros educativos».

Las AMPA canarias afirman también que las ayudas y becas para libros de textos en Canarias «no cubren todos los libros, sólo algunos, y no se están ofertando ayudas para material escolar por parte del Gobierno de Canarias».

Y destacan que «los topes de renta para acceder a las ayudas no tienen en cuenta la realidad económica de la mayor parte de las familias canarias». Además, añaden, para la obtención de las ayudas se usa el dato de renta de dos años atrás «cuando la situación económica de las familias podía ser una muy distinta a la actual».

«Las ayudas son pocas y las cantidades asignadas no cubren todo lo necesario», resumen desde Confapa.

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