«Aprovecho la paga de julio para los libros y el uniforme»

Vuelve septiembre y con él regresan con más o menos ganas los alumnos y alumnas a las aulas en Canarias, por lo que los padres y las madres se preparan para poner a punto las mochilas. Aumenta la ilusión, pero lo hacen también los gastos. Y los créditos.

Y es que las familias canarias afrontan la que probablemente sea la 'cuesta de septiembre' más cara de la historia por la subida de la inflación: una media de 500 euros solo en libros, uniforme y material por escolar. Es por ello que incluso algunas se endeudan.

Esto es lo que denuncia la Confederación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Canarias (Confapa Canarias). Su vicepresidente, Sergio de la Fe, asegura que muchos hogares «recurren a créditos y financiación para poder afrontar el gasto» porque «no pueden pagarlo todo de golpe».

Lo sabe bien Carmen Morales, que ya ha empezado a comprar todo lo necesario para que su hija de seis años, Alba, comience primero de Primaria en el colegio Pepe Dámaso de la capital grancanaria. «Es un gasto detrás de otro, eso es verdad. Lo voy pagando por partes, pero igual se hace muy cuesta arriba», afirma a las puertas de la tienda Uniformas. Pero para ella el esfuerzo siempre vale la pena. «Cuando veo lo feliz que está mi hija se me quita todo. Le encanta el cole», dice con una sonrisa.

Por su parte, Cristina García, madre de Lionel, cuenta en una entrevista que está viviendo un momento de muchas emociones: «incertidumbre, miedo y alegría. Todo a la vez». Y es que su pequeño de casi tres años comenzará su andadura escolar en el colegio Amelia Vega Monzón, en Telde. «Aproveché la paga de julio para comprar el uniforme y los libros. Gasté 230 euros. Y todavía me queda por comprar el material, pero eso ya en septiembre», explica.

La cuenta atrás es corta: los cursos de Infantil y Primaria regresarán a las clases en Canarias en apenas dos semanas, el 11 de septiembre, y los de Bachillerato y Formación Profesional lo harán un día después, el 12.

Y con el retorno a las aulas pisando los talones, a las familias canarias no les queda de otra que preparar sus bolsillos para lo que se viene y muchas ya han empezado a hacer las compras de la vuelta al cole. Madeleiner Saucedo, madre de Cristian, de 14 años, lo resume: para ella el final del verano es sinónimo de «gasto, gasto y más gasto». Un gasto cada vez mayor en un regreso a las aulas marcado de nuevo, por segundo año consecutivo, por la inflación. Si el año pasado se hablaba de la vuelta más cara. Ahora, en 2023, se vuelve a usar la misma expresión.

La subida de precios empina más y más la 'cuesta de septiembre' para los hogares con hijos e hijas en edad escolar, sobre todo después del desembolso del verano. «Ahora todo está carísimo y los sueldos siguen igual. No se recupera nada y tampoco se puede ahorrar», comenta Saucedo mientras espera en la cola de El Libro Técnico. Las familias con más de un niño o niña lo tienen todavía más complicado.

La media de gasto por escolar para el inicio del curso supera en Canarias los 500 euros, lo que supone un aumento del 14% con respecto a hace dos años, según calcula la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Pero ahí no queda la cosa: a eso hay que sumarle las cantidades que siguen aportando las familias durante el año académico y, al hacerlo, esos 500 euros ascienden a un total de 2.186 euros por cada alumno o alumna de entre 3 y 18 años.

Un desembolso que varía en función del tipo de centro, si es privado o no, y del nivel de estudios que se vaya a cursar. «Este año no le piden muchas cosas, por suerte. En nuestro caso, sí podemos asumir los gastos. Al menos por el momento», aclara Olga Herranz, que encara la vuelta al cole de su hijo Carlos, de cuatro años, con «mucha ilusión».

Carlos va a estudiar en el colegio Santa Bárbara, en Las Palmas de Gran Canaria. «No llevo muchos años comprando libros, así que no soy el mejor ejemplo», añade entre risas mientras echa un ojo por la librería.

Son precisamente los libros de texto los que representan el gasto más cuantioso. «El año pasado gasté unos 400 euros solo en los libros y este año tengo claro que voy a gastar más, unos 600», opina Madeleiner Saucedo.

Según un análisis de la empresa de comparación de precios Idealo, España es el país con los manuales más caros de Europa, con un precio medio de 22,15 euros por unidad. «Un libro de Bachillerato ahora cuesta entre 45 y 50 euros y uno de Secundaria entre 39 y 45», afirma Carolina Sánchez, responsable comercial de la librería El Libro Técnico, en la capital grancanaria.

La entrada en vigor de la Lomloe, vigente ya también para los cursos impares, le pone una traba más a la vuelta al cole: este año los manuales de texto son nuevos, por lo que «se rompe la cadena de préstamos y donaciones entre las propias familias y, en el caso de los libros de texto digitales, las licencias, que tienen el mismo precio que el formato físico, solo duran un curso escolar», expresa Sergio de la Fe.

El coste que genera el regreso a las aulas es mayor en centros donde el uso de uniforme está instaurado de forma obligatoria, sobre todo en colegios concertados y privados. Carmen Morales lo ha notado en sus compras: «Todo me sale más caro porque mi niña pasa a Primaria. Antes tenía que comprarle una camiseta que costaba 4,40 euros y para este curso me piden un polo, que sale a 9,90», explica enseñando la factura.

Zaida Morón, responsable de la tienda Uniformas, que vende la ropa de más de 90 centros, confía en que durante los próximos días el establecimiento empiece a «llenarse de verdad». Morón dice que «un chándal completo puede costar alrededor de 40 euros, pero el precio varía en función del material y de la personalización de cada prenda».

Prevenir gastos innecesarios, adelantar las compras y aprovechar los descuentos, comparar precios, recurrir al consumo colaborativo y reutilizar, siempre que sea posible, el material escolar son algunos trucos para ahorrar unos euros en la vuelta al cole. Sergio de la Fe aconseja a las familias que opten por productos con una buena relación calidad-precio «pero sin prestar atención a las marcas específicas que se piden desde los centros educativos».

Muchas familias con rentas bajas solicitan las ayudas de libros de texto y materiales didácticos del Gobierno canario. El año pasado, 74.572 escolares de las islas pudieron beneficiarse y tener libros gratuitos. Uno de ellos fue Julen, de seis años, que estudia en el colegio José Pérez y Pérez, en el barrio capitalino de La Feria. Su madre, Ángeles González, dice en una entrevista que también las ha solicitado para el curso entrante porque «sin ellas no llega», ya que «tiene un contrato de 20 horas y el padre de su hijo está en el paro».

Los ingresos máximos vigentes para poder acceder a las ayudas se establecen entre los 16.675 euros para familias de dos a cuatro miembros y los 24.675 para las de nueve o más. Educación anunció esta semana que aumentan el umbral hasta los 18.000 euros para conseguir llegar a más escolares.

Estas ayudas, que tienen tres modalidades (Infantil, de primero a sexto de Primaria y Secundaria, Formación Profesional Básica y Formación Profesional Adaptada), no se transfieren directamente a los hogares, sino que son los centros los que efectúan las compras y luego hacen las entregas a las familias. Por su parte, éstas se comprometen a hacer un buen uso de los libros y materiales, así como a devolverlos a final del curso.

De La Fe, en representación de las AMPA canarias, denuncia que, en la vuelta al cole más costosa las ayudas del Ejecutivo «son pocas y las cantidades asignadas no cubren todo lo necesario».

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