Prevenir pandemias desde la fauna silvestre: necropsias y diagnóstico precoz
El investigador Antonio Fernández explica que expertos mundiales en salud animal pactarán en Gran Canaria un protocolo para identificar las patologías con rapidez
La realidad ha demostrado que la mayor parte de las nuevas enfermedades infecciosas han tenido su origen en los animales, en concreto, en la fauna silvestre. Bajo esta premisa, la directiva de la Red de centros colaboradores de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que representa a 183 países, se reúne en Gran Canaria para pactar un protocolo de actuación que sirva para atajar la próxima pandemia.
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«En los próximos días, trabajarán en la isla los representantes de los centros colaboradores de sanidad animal en fauna silvestre de Canadá, China, Francia, Alemania, Italia, Kenia, Nueva Zelanda, Singapur, Sudáfrica, Tailandia y España», explica Antonio Fernández, director del nodo español en este organismo, el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA), adscrito a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). A estos expertos, se sumarán dos funcionarios de la OMSA, una entidad «con mucha solera» creada en 1924, anticipándose en más de dos décadas a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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El objetivo del encuentro es establecer un protocolo que permita detectar nuevos patógenos de forma precoz, estudiar su capacidad infecciosa en el laboratorio y actuar a tiempo «como primera frontera» antes de que afecten al ser humano. «Acelerar los diagnósticos es una de nuestras principales metas en relación con la fauna silvestre», señala Fernández. Las necropsias y la creación de una red que comparta en tiempo real la información sobre la mortalidad de ciertas especies serán claves para lograrlo.
El papel de la OMSA ha cobrado especial relevancia después de la pandemia de coronavirus, subraya el investigador especialista en cetáceos. En ese momento, tomó forma el concepto 'Una sola salud' (One Health), que relaciona la salud humana, la animal y la ambiental. «Lo que afecta a la salud ambiental termina creando problemas de salud animal y de salud humana», aclara Fernández, quien recalca que se ha demostrado que el 70% de las enfermedades emergentes actuales (como el ébola, VIH, gripe aviar, Sars, Mers...) y las del futuro van a tener un origen animal, particularmente en la fauna silvestre. «Y de ahí el interés que tiene la planificación, el abordaje y el estudio de las actuales enfermedades que tengan posibilidades de ser transmitidas de los animales, particularmente de la fauna silvestre, a los humanos», comenta Fernández sobre el tema principal del encuentro de expertos en salud animal que se desarrollará en las instalaciones de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) hasta el viernes.
Ahora mismo, según Fernández, el patógeno más preocupante es la gripe aviar, que ha pasado de las aves a los mamíferos marinos y a las vacas. «Tiene una capacidad de mutación importante y nuestra preocupación es que, en un momento dado, pueda desarrollar una capacidad infectiva alta hacia los humanos y nos lleve a una nueva pandemia», considera.
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