El juego de Eurovisión: ¿eres capaz de completar las canciones?

¡Activa el audio y a jugar!

Cantaba Massiel, en aquel éxito que se convirtió en el primer oro de España en Eurovisión, que todo en la, la, la vida es una canción.

Y algo de verdad tenía que llevar porque solo un año después el 'Vivo cantando' de Salomé pasó a ser el segundo, y a la postre último, primer puesto de la delegación española.

Se acabó ahí, hasta el momento, la lista de grandes triunfadores españoles -que no triunfitos, que vendrían después- en la gran meca de la canción europea. Y eso que hubo quienes se quedaron cerca, como Karina en el 71 o Mocedades dos años después.

Se generó, por cierto, un pequeño incendio al ser acusado el grupo de plagiar el 'Eres tú' de una canción presentada en el certamen en 1966 por Yugoslavia. Aquello podría haber caído como un jarro de agua fría, pero terminó prendiendo las esperanzas de aquellas jóvenes promesas que no ganaron, pero le dieron más calor a su hoguera para colar su canción entre las mejores de todo el certamen.

Y es que en todo buen concurso que se precie hay ganadores, perdedores y apuestas que parecían seguras y resulta que no lo eran. Eso que cuando duele en el alma se llama robo y con el tiempo se olvida (depende de lo bandido que sea).

Porque el amor siempre gana. Y si no lo hace no es por falta de oportunidad. Un 63% de los temas que ha elegido España para competir en Eurovisión (40 de 63) han unido «corazón con corazón, en un solo salón».

O han «navegado entre el amor y el miedo». Hasta conseguir un sexto puesto en el escenario de Dinamarca en 2001. Y es que ahí ya se estaba enloqueciendo en España por el carrusel de malos resultados de los años anteriores.

Mientras tanto Eurovisión fue cambiando y España tenía por delante «un camino por hacer», que comenzó con la llegada de los triunfitos.

Porque no siempre se le ha dado bien a la delegación española dar con la tecla. Aunque un 'reset' a tiempo siempre le ha venido bien. Lo que viene siendo «olvidar el ayer y a comenzar otra vez».

O romper todos los esquemas, sin imitaciones. Es lo que hizo Chanel el pasado año. «Llegó la mami» con una actuación que hizo a España reencontrarse con un festival que más veces nos ha toreado.

Y en esta ocasión venimos pisando fuerte. Tan solo tres veces España ha lanzado el flamenco a competir en Europa.

Un taconeo con aire valenciano con el que Blanca Paloma pretende alzarse con el primer puesto de la clasificación. Es por lo que le cantará desde Liverpool a un micrófono de cristal con el que los eurofans españoles sueñan con ver de cerca. «Ay, ven a mí, niño mío, ay, niño mío, chiquito mío». Y a cantar.