Canarias atraviesa un momento decisivo, marcado por transformaciones profundas en la economía global y en nuestro propio modelo productivo. Como región ultraperiférica, nuestra competitividad depende ... de preservar una conectividad sólida y de reforzar nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF), hoy sometido a tensiones y planteamientos que ponen en riesgo el diferencial que sostiene nuestra convergencia. Gestionar con eficacia estos elementos no es una opción: es la condición necesaria para que Canarias se mantenga a la altura de un entorno global exigente y en permanente cambio.
Publicidad
Aunque el archipiélago ha demostrado resiliencia en los últimos años, sigue mostrando una vulnerabilidad mayor que otras regiones ante crisis externas. Por eso resulta imprescindible reflexionar y decidir qué modelo productivo queremos para las próximas décadas, qué sectores debemos potenciar y qué reformas necesitamos acometer para garantizar un crecimiento sostenido y de mayor calidad.
El turismo continuará siendo nuestro principal motor económico. Pero conviene recordarlo: turismo no es solo alojamiento. Turismo es industria, salud, cultura, gastronomía, innovación y empleo cualificado.
Hablar de diversificación no significa abandonar aquello que hacemos bien; significa hacer más y hacerlo mejor. Significa aprovechar nuestra fortaleza turística como plataforma para impulsar otras actividades que ya están germinando: la economía azul, la industria audiovisual, las energías renovables, la biotecnología o los nuevos servicios digitales. Diversificar no es sustituir; diversificar es crecer y crecer mejor.
Publicidad
Retos que no podemos ignorar
En este camino, Canarias se enfrenta a desafíos estructurales que condicionan nuestra competitividad:
1. Baja productividad. Continúa lastrando nuestra capacidad para generar riqueza y empleo estable. El salto cualitativo solo será posible si mejoramos la cualificación del capital humano, impulsamos la innovación, avanzamos en digitalización y facilitamos que nuestras empresas crezcan.
2. Incapacidad temporal y sostenibilidad del sistema. Cerramos 2025 con más de 9 millones de procesos de incapacidad temporal a nivel nacional y un coste que supera los 32.000 millones de euros, más del triple que hace una década. Esto es un problema de salud pública, con un enorme impacto laboral, económico y sanitario.
Publicidad
Los recursos son limitados y el funcionamiento del sistema sigue siendo ineficiente. Resulta urgente reforzar el ámbito sanitario, incluyendo la ampliación de competencias de las Mutuas para gestionar procesos por contingencias comunes yemitir altas médicas cuando corresponda. Las bajas las pagamos todos, y el sistema debe garantizar respuestas ágiles tanto para trabajadores como para empresas.
3. Presión fiscal y complejidad normativa. El elevado esfuerzo fiscal frena la actividad, penaliza el consumo y resta competitividad, especialmente a pymes y autónomos.
Es necesaria una revisión profunda del marco tributario, acompañada de simplificación administrativa y seguridad jurídica. No se trata de regular más, sino de regular mejor.
Publicidad
4. Escasez de vivienda. La falta de oferta habitacional afecta al bienestar de miles de familias, al proyecto de vida de nuestros jóvenes y dificulta la atracción de talento cualificado. La colaboración público-privada es imprescindible para aumentar la oferta y agilizar los proyectos, por lo que en este proceso la buena gestión y la eficacia de los ayuntamientos son factores determinantes para mejorar esta situación.
«El futuro de Canarias no se construye solo desde los despachos ni únicamente desde el tejido empresarial: se construye desde el compromiso colectivo»
Ejes estratégicos para construir un futuro más sólido
Desde la CCE proponemos una hoja de ruta clara:
- Transición energética y economía circular, garantizando que la sostenibilidad no comprometa la competitividad.
- Colaboración público-privada real, con proyectos estratégicos, captación eficaz de fondos europeos y una administración más ágil.
Publicidad
- Transformación digital y tecnológica, con inversión en investigación e innovación para crear ecosistemas productivos de alto valor añadido.
- Formación alineada al mercado, fortaleciendo la FP Dual, la acreditación de competencias y la adaptación continua a sectores emergentes.
- Apoyo integral a pymes y autónomos, con financiación, formación, digitalización y acompañamiento para favorecer su crecimiento.
La Canarias de 2030 que queremos construir
Imaginamos una Canarias que apuesta por:
- Sostenibilidad y resiliencia: crecimiento económico compatible con la protecciónambiental y la cohesión social.
Noticia Patrocinada
- Gobernanza eficiente: simplificación normativa, transparencia y estabilidad para atraer inversión.
- Compromiso institucional: cooperación leal entre administraciones y empresas para garantizar un entorno competitivo y estable.
Una responsabilidad compartida
Para avanzar hacia esta visión, es imprescindible un esfuerzo conjunto. Empresas, administraciones y ciudadanía debemos remar en la misma dirección. La inversión en innovación, la apuesta por la formación y un marco fiscal estable y competitivo son pilares que no admiten demora. Canarias cuenta con ventajas estratégicas extraordinarias: ubicación única, talento, capacidad logística y atractivo internacional. Si las aprovechamos con visión y ambición, podremos convertirnos en un referente europeo de desarrollo sostenible.
Publicidad
El futuro de Canarias no se construye solo desde los despachos ni únicamente desde el tejido empresarial: se construye desde el compromiso colectivo.
Transformar los retos en oportunidades es posible si actuamos con decisión, rigor y cooperación. El momento de actuar es ahora. El futuro de Canarias lo construimos entre todos.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión