«Las regiones alejadas del continente europeo debemos estar unidas»
La presidenta del Parlamento canario aborda el papel que realiza la Conferencia de las Asambleas Legislativas Regionales de Europa (CALRE)
–¿Qué puede aportar a Canarias el hecho de que la presidencia la CALRE corresponda ahora a la presidenta del Parlamento de Canarias?
Publicidad
–Asumo esta responsabilidad como una oportunidad para que se escuche a regiones como la nuestra en los órganos que adoptan decisiones de relevancia europea que pueden afectarnos. Como dije recientemente, durante mi primera intervención como presidenta, en Azores, es fundamental que los territorios más alejados tengamos voz en la construcción de Europa. En cuanto a Canarias, se añade el hecho de que somos una Región Ultraperiférica. En este sentido, es interesante presidir este órgano para fortalecer la presencia, con sus necesidades y también virtudes, de las RUP en el continente. Con el proyecto del Marco Financiero Plurianual sobre la mesa, sabemos que Canarias se juega ahora mismo su futuro en Europa. De hecho, somos la única región española que está contemplada en el artículo 349 del Tratado de Lisboa como RUP, que reconoce la singularidad de territorios alejados y fragmentados. De ahí la importancia de defender y velar por las políticas de cohesión de la UE, que son el instrumento más eficaz para mantener el estatus específico de los territorios más alejados del continente. Nuestro objetivo desde la Calre es convertirnos en una plataforma que canalice las aspiraciones de las regiones hacia una Europa más cohesionada, fuerte, segura, próspera y competitiva.
–En el encuentro en Azores usted hizo un llamamiento a la unidad de las regiones europeas. ¿Ve en peligro el reconocimiento de las singularidades de las regiones en el nuevo contexto político de la Unión Europea?
–Sí, creo que está en peligro. Estamos viendo una tendencia hacia la centralización política que no es positiva para Canarias ni para ninguna región, y no podemos permitir que el nuevo marco financiero no tenga en cuenta a los territorios alejados del continente. Esto paralizaría la senda de crecimiento y prosperidad que nos permite estar en el mismo puesto de salida que cualquier otra región continental. Yo creo firmemente que la Unión Europea solo será fuerte si todos sus territorios, sin importar su tamaño o lejanía, tienen las mismas oportunidades para prosperar. En este punto, como RUP, tenemos el hándicap de lejanía y aislamiento de los grandes polos europeos de crecimiento. Lo hemos visto, por ejemplo, al no entrar en ninguno de los proyectos de la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa aprobados. Es precisamente en estas situaciones, donde las regiones alejadas del continente debemos estar unidas. Por eso es importante aprovechar esta oportunidad desde Canarias y que nuestra voz sea escuchada en las instituciones europeas. En estos momentos, el presidente del gobierno de Andalucía, Juanma Moreno, preside el Comité Europeo de las Regiones. Estamos ante una extraordinaria oportunidad para reforzar la defensa de las singularidades y prioridades de nuestros territorios.
–¿El riesgo es perder financiación o también perder el paraguas jurídico que Europa brinda a las regiones y en especial a las RUP?
–Los canarios no somos conscientes de lo importante que es la protección del continente para un territorio como el nuestro. Seguimos de cerca nuestra política local, regional, e incluso la nacional, pero es verdad que hay una desconexión con respecto a nuestra posición en Europa. Y, la realidad es que, tal y como está estructurado el sistema, dependemos en muchos aspectos de la UE. Debemos ser realistas; si en algún momento nos abandonaran, lo sufriríamos mucho desde el punto de vista económico, pero también retrocederíamos en derechos y protección. Por eso, Canarias se juega mucho en el diseño del nuevo Marco Financiero Plurianual. Dos ejemplos son la importancia de mantener los Fondos de Cohesión, fundamentales para el desarrollo de las RUP, o la actualización de los Fondos POSEI (obsoletos desde el año 2006), para proteger parte de nuestro sector primario.
Publicidad
–¿Qué puntos en común y qué diferencias hay entre los sistemas parlamentarios de las regiones presentes en la CALRE?
–La Calre es un órgano que aglomera 74 regiones de 8 países europeos. Hablamos de una representación de más de 200 millones de habitantes. Está claro que, ante esta diversidad, es cada región quien mejor conoce su realidad y sus necesidades. Nuestra misión es hacer equipo y trasladar unas propuestas claras para el próximo Marco Financiero Plurianual. Entre ellas, en primera instancia, se debe priorizar la cohesión territorial, asegurando que ningún territorio quede atrás. En segundo término, consideramos que es imprescindible valorar la diversidad de la UE, permitiendo a las regiones ser actores activos en el diseño e implementación de políticas. Y tercero, como ya dije, se debe mantener y ampliar instrumentos como los Fondos de Cohesión y la Política Agrícola Común (PAC), vitales para el desarrollo de las RUP. También es crucial situar la investigación, la innovación, la ciencia y la tecnología en el centro de nuestra economía, tal y como nos indica el informe Draghi, para así diversificar nuestra economía y construir un futuro más sólido. Por otro lado, si nos centramos en las nueve regiones ultraperiféricas, debemos señalar que, aunque lógicamente tenemos nuestras peculiaridades, también tenemos muchos puntos en común marcados por nuestra condición geográfica. Hablamos de movilidad, dependencia de conexiones y transporte, financiación de los servicios, aumento de los costes por la lejanía, despoblación… y algo que nos afecta a todas la RUP, el desempleo.
–¿Qué pueden hacer los parlamentos regionales para combatir el descrédito que la política tiene en una parte de la ciudadanía?
–La ciudadanía, en general, quiere respuestas a sus problemas reales, y muchas veces la construcción del propio discurso y del debate político se aleja de la calle. Lo demuestra lo que te comentaba al principio, la falta de conciencia sobre la importancia de Europa para Canarias. Por ello, es imprescindible que, de los parlamentos regionales, salgan leyes que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Porque los temas que preocupan son realmente los mismos que tratamos en el hemiciclo; vivienda, desempleo, sanidad… En este punto, creo que el enfrentamiento político reinante en muchas Cámaras lleva al descrédito y al desinterés general de la ciudadanía. En Canarias, afortunadamente, somos ejemplo nacional de todo lo contrario. En este sentido, yo soy una defensora de la iniciativa popular en el Parlamento como forma de acercamiento a, y de, la población. Es fundamental, también, abrir las puertas de la Cámara a los colectivos. Cada semana, como presidenta del Parlamento me reúno con colectivos sociales, culturales, empresariales.. Considero que, desde mi posición, la visibilidad se traduce en sensibilidad, en empatía. Los que nos dedicamos a la política por vocación de servicio público no podemos estar en una tribuna o en un despacho. Desde que comencé mi mandato como presidenta de la Cámara, me he afanado en acercarla a la ciudadanía. Hemos llenando la agenda parlamentaria de actividad dirigida a los distintos estratos de la sociedad, con jornadas para tratar la realidad del sector primario, la migración, la investigación sobre el cáncer.. Yo vengo de la política local, y sé que solo escuchando al ciudadano podemos realizar correctamente nuestra función.
Publicidad
–¿Cómo se explica que el Parlamento canario esté al margen de la polarización en incluso la falta de respeto que vemos a diario en otras asambleas legislativas, incluidas las Cortes españolas?
–Yo me siento muy orgullosa del parlamento que tenemos, hay disparidad de opiniones, pero el enfrentamiento se hace de una manera sosegada, con respeto y con educación. Somos la Cámara Española que llega a más consensos, y eso también describe nuestra capacidad de diálogo y, por qué no decirlo, la manera de ser de los canarios. Yo he visto cosas que pasan en otros parlamentos en los que se insulta, donde hay gestos inapropiados o interrumpen al orador… Eso, afortunadamente, no ha pasado en Canarias. ¡Y mira que hemos tratado temas complicados! La libertad de expresión no es incompatible con el respeto mutuo. No hay que olvidar que la palabra parlamento tiene su origen en hablar, razonar, entablar conversaciones con la parte contraria para intentar ajustar la paz, un contrato o para zanjar cualquier diferencia. Los políticos debemos dignificar nuestra profesión, y el énfasis no puede estar en el ataque personal, sino en los argumentos. En la mayoría de los casos, en nuestra Cámara, el interés de los canarios siempre ha prevalecido frente a las políticas partidistas.
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión