Borrar
Más de un centenar de participantes se reunieron en Tecnovation en la sede suiza. C7

El futuro sin humo tropieza con la falta de regulación

Consenso ·

Philip Morris, que lidera el compromiso de eliminar los cigarrillos de la sociedad, busca la complicidad de los gobiernos, las ONG y la comunidad científica

Canarias7

Neuchatel

Sábado, 25 de junio 2022, 23:39

Comenta

En las últimas dos décadas, el consumo global de tabaco ha disminuido en general, pasando de casi un 33% de la población mayor de 15 años en el 2000 al 22% en 2020, según el Ministerio de Sanidad, y la previsión de la OMS es que para 2025 apenas se reduzcan otros dos puntos porcentuales.

Estos datos reflejan que la mayoría de fumadores continuará con esta práctica pese a conocer los numerosos riesgos que entraña para su salud, por lo que ya hay empresas que ya empiezan a plantearse otras estrategias que contribuyan a minimizar ese impacto. Es el caso de Philip Morris Internacional (PMI), que con una amplia cartera de productos 'sin humo' lidera esa transición en 71 mercados hasta la fecha.

Sin embargo, la innovación tropieza a menudo con el conservadurismo de los estados. El mayor reto de las tabacaleras es, precisamente, adaptar las distintas regulaciones de los países, que no se han modificado desde los años 70, cuando aún no existían las alternativas a la combustión.

No fue hasta 1997 cuando la ONU se propuso reducir la toxicidad del tabaco y hasta 2016 cuando PMI se embarcó en la misión. «Hay mucho escepticismo alrededor de este tema, pero debemos romper con los tabúes para responder a una pregunta: ¿se pueden plantear soluciones más seguras?», apuntó el vicepresidente de comunicación global de PMI, Tommaso Di Giovanni, en el marco de Technovation, un encuentro celebrado en su centro de innovación 'El cubo', en Neuchatel (Suiza).

En este sentido, algunos países ya han dado pasos adelante, siendo pionero Estados Unidos, al que le han seguido otros como Italia, Reino Unido, Grecia o Nueva Zelanda que, a juicio de Di Giovanni, es actualmente uno de los alumnos más aventajados.

Estudios preliminares indican que el cigarrillo electrónico reduce hasta un 95% los riesgos. C7

Reducir el riesgo

La ambición de la compañía pasa por ir más allá del tabaco y preocuparse por el bienestar y la salud con tres consejos: si no fuma, no empiece; si fuma, déjelo; si no va a deja de fumar, cambie.

Partiendo de esa base, trata de presentar la suficiente evidencia científica para constatar que los productos sin humo minimizan el impacto en la salud. De hecho, los estudios realizados muestran que utilizando su producto estrella IQOS –cuya tecnología permite calentar el tabaco, sin quemarlo– elimina entre un 90% y un 95% los componentes nocivos.

«No diremos que fumar es beneficioso y sí, la nicotina es adictiva, pero no es el principal problema», recalcó la head de scientific engagement en Latinoamérica, Andrea Constantini. «La toxicidad está en el humo, así que de lo que se trata es de ofrecer a los fumadores persistentes una alternativa libre de humo».

A pesar de que esos estudios sí muestran una reducción de los riesgos cardiovasculares en los usuarios que se pasan al cigarrillo electrónico, son muy embrionarios. Haría falta más de una década para recabar toda la información necesaria, de ahí que se trate de abrir el diálogo a gobiernos, comunidad científica y ONG, cuya implicación haría que el cambio sucediera más rápido. «Para ello deberían entender realmente cuál es el fin y cómo encajan nuestros productos en la sociedad», añade Constantini.

Potencial

Actualmente, casi la totalidad de sus recursos de I+D+i están orientados hacia esa visión de futuro. Además, la empresa se plantea que para 2050 unos 40 millones de personas se hayan pasado al tabaco sin combustión y que el 50% de sus ingresos provengan de los productos libres de humo, que también incluye vapeadores y los denominados 'oral smokless'. Se trata de unas bolsas de nicotina –populares en el mercado sueco– que se depositan bajo el labio y produce un efecto similar al de los conocidos parches.

El potencial de estos productos podría estar relacionado con estrategias para reducir, incluso, el consumo. Pero la clave está, de nuevo, en la regulación. «Si nos quedamos en las estrategias antitabaco tradicionales, que se basan en la prevención y el cese, estamos perdiendo una oportunidad de mejorar la salud pública», explica Constantini. «Prohibiéndolo, impedimos que la gente lo conozca y, por tanto, hay más riesgo de consumo ilícito: no controlamos quién lo consume ni la calidad del producto».

«Si nos quedamos con las estrategias antitabaco convencionales estamos perdiendo una oportunidad para mejorar la salud pública»

Andrea constantini

A estas declaraciones se suma Di Giovanni, que insiste en que es imprescindible informar a los consumidores de la mano de la comunidad científica. En este sentido, PMI también ha invertido en la diversificación del negocio a través de tres empresas farmacéuticas especializadas en el desarrollo de inhaladores y otros sistemas para la distribución de principios activos. Toda una declaración de intenciones por parte de la compañía para el largo plazo. «Es sólo cuestión de tiempo que se nos unan nuestros competidores. El tabaco dejará de ser nuestra principal fuente de ingresos en poco tiempo», afirma.

Objetivos

Reclama la industria, además, hacer una distinción de impuestos, de forma que sean más altos para aquellos productos que entrañen mayor riesgo. «Eso obligaría al resto de empresas a innovar en esa materia», añade Di Giovanni, que cuestionado por si supondría un incentivo para nuevos consumidores, apunta a que la medida debería acompañarsede otras como, por ejemplo, el límite de acceso a los menores

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 El futuro sin humo tropieza con la falta de regulación

El futuro sin humo tropieza con la falta de regulación