Conrado Domínguez, el hombre sereno
Caso Mascarillas ·
El director del Servicio Canario de Salud no perdió la sonrisa en ningún momento. Pese a que en un principio no quiso atender a los medios, a su salida de los juzgados ofreció declaracionesLa Ciudad de la Justicia lucía en la mañana de este jueves como un día cualquiera, aunque no lo era. Varias personas aguardaban a la apertura de sus puertas minutos antes de que estas se desplegaran, a las 9.00 horas. Confundido, entre ellas, se encontraba Conrado Domínguez, director del Servicio Canario de la Salud (SCS), quien iba a comparecer por primera vez ante la autoridad judicial, en calidad de investigado, por el caso Mascarillas.
La expectación, debido a esto, era máxima, y a Conrado no solo le esperaba el juez, el magistrado Francisco Javier García García-Sotoca, y las partes, sino que también varios medios de comunicación.
Domínguez se mostró, en todo momento, tranquilo, sonriente e, incluso, saludó con total despreocupación a diferentes conocidos. Su gesto solo se torció cuando se le acercó la prensa. «No voy a hacer declaraciones», espetó antes de perderse en las inmediaciones de la Ciudad de la Justicia de la capital grancanaria.
El director del SCS no fue el único citado por el juzgado de instrucción número 7 a las 9.30 horas de este jueves; también, el administrador único de la empresa de coches RR7 United SL, Rayco Rubén González.
Lo cierto es que la estrategia de ambos fue bien distinta, se desconoce si de forma pactada o no. Si Domínguez se personó en las dependencias judiciales de forma puntualísima, González lo hizo sobre la bocina, alrededor de las 9.30 horas, acompañado de su abogado, Rachid Mohamed Hammu.
Su gesto era más serio que el del director del SCS y tampoco atendió a los medios; si bien, su perfil no es público como el de Domínguez y no está tan familiarizado con la prensa. De hecho, gracias a esta cita judicial, se le puso cara al hombre detrás de la compañía RR7.
El primero en comparecer fue Domínguez, cuya declaración se alargó durante unas dos horas, y no fue hasta las 12.20, aproximadamente, que salió de las dependencias judiciales. Entonces, sí se detuvo a intercambiar algunas palabras con los medios, incluso les dio las gracias por haber estado esperándole durante todo ese tiempo. Domínguez abandonaba el juzgado, pero no su sonrisa. Poco después lo hizo Rayco, quien se mantuvo serio y distante con la prensa. Su abogado, no obstante, sí respondió a las preguntas de los periodistas.