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La diputada nacional por Las Palmas, Meri Pita, abandonó esta semana las filas de Unidas Podemos con duras críticas al partido. Mientras que la dirección regional ve una «clara intencionalidad» de dañar a la formación, Pita se desmarca de intereses personales, transfugismo y asegura que terminará su etapa en la política institucional en el Grupo Mixto.
No se esperaba Podemos Canarias la decisión de Meri Pita, pero tampoco les ha tomado por sorpresa. El secretario de Organización del partido, César Merino, asegura que es parte del 'modus operandi' de un sector que ha venido a «quebrar voluntades y crear frustraciones». A su juicio, la justificación de la diputada con argumentos de verticalidad y distancia con respecto a la militancia «no tiene ningún sentido».
Explica Merino que recientemente Podemos ha concluido una ruta por el archipiélago para recuperar presencialidad tras las dificultades de la pandemia, precisamente, con el objetivo de acortar esa distancia y explicar los planes nacionales y autonómicos. Una gira a la que, además, estaba invitada la diputada y donde «podría haber manifestado esas discrepancias que dice tener».
A juicio de la dirección regional, «no han sido las formas adecuadas», pese a reconocer la legitimidad de la diputada de dar un paso a un lado. «Lo lógico es arreglar los problemas en casa y no he vista que la compañera haya votado en contra de ninguna resolución», señala Merino. Y añade: «No parece coherente es que si no se está conforme, no deje el acta». En este sentido, la formación critica que con su postura Pita haya dejado sin representación a la provincia de Las Palmas.
Podemos Canarias niega, por tanto, la seriedad del contenido de la carta con la que se ha despedido Meri Pita, y considera que existe un plan estratégico para debordar al partido «de una manera miserable», que pasa también por la retirada de la plancha en las primarias de 2019, apenas 24 horas antes de la fecha límite para presentar las listas. «En política nada es casualidad –apunta Merino–. Súmale que ciertos exmilitantes estaban creando un partido a nuestras espaldas y que a algunos se les había abierto un expediente por incumplimiento del código ético...todo cuadra».
Lo cierto es que teniendo en cuenta el escaño de Alberto Rodríguez, ya son dos votos menos para la organización. Sin renuncia de actas, reconocen poco margen de maniobra para hacer cambios, por lo que insistirán para que otro pueda coger el testigo.
Sobre la necesidad de crear un frente amplio de izquierdas, como apunta el sector deslindado, la formación morada ha asegurado tajante que no comulgará con partidos (ni personas) «con intereses personales» que no pretenden construir. Para el secretario de Organización, «lo que hay que cambiar es la aritmética política para tener un proyecto con más representación, pero con principios».
La disconformidad interna en Podemos viene de lejos. Meri Pita asegura que la deriva que ha tomado la dirección nacional del partido se ha ido alejando del «proyecto embrionario», que pasaba por defender los intereses de la ciudadanía de abajo hacia arriba, en contra de la política tradicional.
La gota que colmó el vaso de la ya expulsada grancanaria ha sido, por un lado, la negativa de la formación a que pudiera defender los intereses de La Palma en la tribuna del Congreso y, por otro, la negociación de Pedro Sánchez con la territorialidad de Canarias en el asunto del Sáhara.
«Esto no ha sido un arranque sino una decisión muy meditada, reflexionada y colectiva entre cargos políticos de varias islas y mucha militancia», aseguró Pita. «Es un 'basta ya' a una situación que llevamos tiempo denunciando y ahora nos abrimos paso a rearticular ese espacio del cambio en el que entra muchos partidos».
Sin embargo, Pita asegura que su marcha no será para afiliarsea la formación recién creada por la que fuera su segunda en las listas a las primarias de Podemos en 2019, Carmen Valido (Reunir), ni a ninguna otra. De hecho, ha afirmado que terminará su ciclo de representación institucional finalizada esta legislatura. «No tengo ninguna intención personal de seguir, aunque sí que aportaré como siempre lo he hecho desde el movimiento ciudadano con mi experiencia», ha añadido.
Pita, que no abandona su acta como diputada, se colocará en el Grupo Mixto para defender el mismo proyecto por el que votó Canarias a Podemos pero «a unos escaños de distancia». Prefiere, así, no entrar en «el charco infernal» que suponen las acusaciones de transfuguismo o de oportunismo político ya que, a su juicio, solo es «argumentario» para distraer a la ciudadanía.
«¿Qué importa que compañeros que han sido expulsados del partido monten otro? –defendió la diputada– «Hay un sinsentido en la dirección general que no vale la pena discutir cuando hemos planteado otros asuntos muy serios».
En un ejercicio de autocrítica, asegura que se han cometido errores y traicionado algunos de sus principios. Ahora, afirma, se abre una nueva etapa en la que «rearticular ese espacio de cambio». Una afirmación que, pese a reconocer que «nadie a la izquierda del PSOE» tiene una patente de corso, hay mucha gente que se ha quedado por el camino que puede sumar: «Nosotros creemos que seremos más útiles fuera y defenderemos los postulados con humildad, honestidad y decencia».
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