Podcast | Cinco años del campamento de Arguineguín: el rastro de la vergüenza
En 2020, el muelle de Arguineguín en Gran Canaria fue el escenario de uno de los episodios más crudos de la gestión migratoria de este siglo. Miles de personas fueron retenidas durante meses poniendo en duda la garantía de derechos fundamentales, aunque no se depuraron responsabilidades. Hoy lo recuerdan quienes estuvieron a pie de muelle.
Sábado, 19 de julio 2025, 23:11
Créditos
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Autor y narración Ingrid Ortiz Viera
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Edición de sonido y masterización Jaime Perea
Hace cinco años, en 2020, el muelle de Arguineguín en Gran Canaria fue el escenario de uno de los episodios más crudos de la gestión migratoria de este siglo. Una «situación excepcional» obligó a retener a miles de personas durante meses en un mal llamado campamento en el que se llegaron a hacinar hasta 2.600 personas -seis veces su capacidad- y terminó convirtiéndose en el símbolo de un fracaso: el del sistema de acogida, el del respeto a los derechos humanos y, en definitiva, el de la dignidad, aunque nunca se depuraron responsabilidades. Hoy lo recuerdan para CANARIAS7 quienes estuvieron a pie de muelle.
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Quien se acerque hoy al lugar encontrará un espacio casi anodino. Unas vallas anuncian su próxima reforma y el suelo, resquebrajado, denota un uso intenso del pavimento, en otro tiempo hasta frenético, como el de la embarcación de Salvamento Marítimo que se mece ahora en la tranquilidad de una jornada sin avisos en el mar.
Pero hace cinco años, la crisis sanitaria, sumada a un repunte de pateras, obligó a levantar una estructura provisional en lo que era, en realidad, un aparcamiento, y ante la imposibilidad de moverse por el territorio, Arguineguín pasó de ser una solución de urgencia a una permanente. Ni las denuncias del Defensor del Pueblo o la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, sirvieron para poner remedio hasta cuatro meses más tarde, cuando se desmantelaron las instalaciones.
Una decisión que llegó gracias a la reanudación de las derivaciones a península y el nuevo Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) que se acondicionó en Barranco Seco, un espacio militar cedido por Defensa con capacidad para albergar hasta 600 personas.