Tips, ahora todo son tips. Ya ven, una palabra que hace unos tres años no significaba nada en España y ahora, condiciona nuestras vidas. Todo ... son tips. Puede ocurrir que usted, no sepa lo que es un tip, o que lo confunda con el mítico apodo de Luis Sánchez Polack, pero para eso estoy yo aquí, para desasnarle en neologismos inútiles que, posiblemente, dentro de otros dos años, ya suenen a vintage rancio, no me lo agradezca, no existen motivos.
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Ahora todo son Tips. ¿Y qué son los malditos tips? Pues un anglicismo que equivale a clave, a pauta, a truco. Se trata de reducir las experiencias vitales a un zumo de guías. Todo son tips, como una hilera de post-it pegados en nuestra nevera que, si los seguimos fielmente, nos garantizan una vida perfecta ¿Quién le va a decir que no a tan reduccionista y cómoda manera de vivir cualquier problema? Existen tips para no fallar al elegir hotel, tips para olvidar a tu ex, tips para mantener limpio el carburador del coche, tips para afrontar la muerte de un ser querido, tips para comer saludable, tips para que nuestro jefe nos respete, tips para tener relaciones sexuales con una persona con lepra… Busquen, hay tips para todo. Basta de pensar en intrincadas soluciones para retorcidos problemas. La vida, nos mintieron, cabe en un Block, como en aquella mítica película de Fernan Gómez.
Pensaba, mientras paseo por el enésimo paseo marítimo, mientras atravesaba sus heladerías, sus tiendas con redes de pesa en la puerta, sus señores que se ate acercan ofreciéndote un buffet y sus padres poniendo a niñas pequeñas a mear en columpio por no tener que volver al apartamento. Pensaba, digo, en si no nos vamos de vacaciones para así poder echar de menos el hogar y disfrutar el regreso. Pensaba en si no necesitaremos al menos una semana de comer caro y no excesivamente bien, de dormir en una cama que no nos va a dar tiempo a domar, y asearnos en un baño que no tiene las cosas donde deberían estar.
Igual es eso. Igual el verdadero sentido de las vacaciones es fomentar la morriña a cambio de tres o cuatro minutos de tranquilidad en la costa cuando ya empieza a anochecer y se ha marchado la mayoría de la gente, o de un desayuno viendo el mar antes de que se llene de familias con bocadillos envueltos en papel Albal.
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Aprovecho este paseo para pensar en los diez tips que conforman un hogar porque, precisamente, su ausencia me los destaca como imprescindibles y allí, cuando estoy en él, los doy por hechos. Van, como top de la influencia que soy, mis cinco tips para que un hogar lo sea.
- Que no tengas que pensar dónde dejaste las llaves y que las dejes donde siempre sin pensar.
- Que sepas cuánto tiempo tarda tu cafetera como sabes cuánto duran los semáforos de tu barrio.
- Que tengas un cuadro, o un póster, o una figurita con historia detrás algo que puedes contar a quien la vea
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- Que en pleno invierno, cuando te despiertes de una siesta excesiva, ya de noche, puedas llegar a tu cama sin tropezarte y empalmar el sueño.
Lo demás no es un hogar, son alojamientos. Síganme para más consejos que sólo me sirven a mí.
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