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Vista del Puerto y de La Isleta. Arcadio Suárez
Opinión

2026: tres efemérides en Gran Canaria

En el año 2026, Las Palmas de Gran Canaria debe tener su primera y más destacada efeméride en el 500 aniversario de la creación de la Real Audiencia de Canarias

Juan José Laforet

Cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 24 de junio 2025, 22:57

Las ciudades no son tan antiguas en el planeta. «Las primeras se crearon hace tan sólo 6.000 años», mientras que «nuestra especie tiene una ... antigüedad de cerca de 300.000 años», según señala Greg Woolf (2023), quién, además, resalta cómo «un enfoque evolutivo implica explicar primero cuáles fueron los factores que hicieron posibles los experimentos urbanos al final del Holoceno y, a continuación, qué presiones selectivas provocaron que las fórmulas urbanas de organización social tuvieran más éxito que otras alternativas». Las Palmas de Gran Canaria, con sus 547 años de existencia, es una ciudad joven, aunque con un itinerario evolutivo que hace de ella una comunidad madura, asentada en una experiencia acumulada en siete siglos distintos, en muy diversas épocas y situaciones que la obligaron a repensarse y a actuar con firmeza, aunque pudiera equivocarse en algunas ocasiones; y si las equivocaciones se pagan, también se saca provecho de ellas si se está dispuesto a aprender, como también se aprende de los aciertos.

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La capital grancanaria, que tuvo elocuentes e históricos precedentes en hechos del siglo XIV y comienzos del XV, que la marcaron de alguna manera, también tuvo momentos, acontecimientos, disposiciones, que imprimieron indeleblemente su devenir, incluso su propia identidad, y hoy, convertidos en verdaderos hitos históricos, son parte de su presente, de un ser y sentir colectivo desde el que otear el horizonte del futuro y del progreso. Por ello, el tiempo de celebración de las fiestas fundacionales puede, debe ser, el momento para recordar, en cuanto de valor de presente tienen aún, tres verdaderos hitos de Gran Canaria, que en 2026 merecerán unas celebraciones muy destacadas, tanto como lo que supusieron para la historia insular.

El año 2026, con extensión al 2027, Las Palmas de Gran Canaria debe tener su primera y más destacada efeméride en el 500 Aniversario de la creación, por real carta de 7 de diciembre de 1526, dada por Carlos I en Granada, de la Real Audiencia de Canarias, origen y precedente del actual Tribunal Superior de Justicia de Canarias, pero que en aquel siglo XVI fue aún mucho más que un destacado órgano judicial, pues su presencia y actividad quizá contribuyera a un aumento de la concentración de población en la nueva urbe, como a nuevas dinámicas en la vida institucional y socio-cultural de este vecindario capitalino. Y es que, como ya apuntó el profesor Francisco Morales Padrón (1995), «la Audiencia, dotada de funciones de justicia y del gobierno, intervendría en asuntos de defensa, levas, cabalgadas, comercio marítimo, hacienda, pesas y medidas, orden público, sanidad, etcétera», imponiéndose incluso de forma preeminente en el protocolo y el ceremonial local.

A ello se suma, en su relación histórica con Las Palmas de Gran Canaria, la importancia que tenía, según ha señalado el profesor Aurelio Santana Rodríguez (1993), al estudiar este organismo y su sede, que era «elemento fundamental para el correcto y eficaz desarrollo de las funciones principales que tenían encomendados el que cada uno de estos tribunales ejerciera las mismas en sede de carácter permanente». Todos aquellos primeros tribunales creados a finales del siglo XV y comienzos del XVI, que señalan una clara vocación de modernización de la justicia, en el ámbito del nuevo concepto de estado de los Reyes Católicos, y como asevera el doctor Santana Rodríguez, debían asentarse en una ciudad y una sede determinada, y «esa ciudad será siempre la más importante, por lo menos en el preciso momento de creación de los tribunales, de cada uno de los territorios en que despliegan su actividad». Así, Valladolid, Granada, Sevilla y la Villa del Real Las Palmas (la Muy Noble Ciudad Real de Las Palmas a partir de 1515). Aquella decisión no sólo la consideró entonces el lugar más importante para sentarla, «primeramente ordenamos e mandamos que los dichos tres jueces estén e residan en la dicha isla de Gran Canaria e allí tengan el Audiencia», sino que su presencia a través de los siglos, con momentos en que la presencia y actuación de la Audiencia fue verdaderamente trascendente, contribuyó también a asentar y hacer crecer la importancia de esta capital en el conjunto tanto del Archipiélago, como de sus interconexiones atlánticas.

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Y en ese mundo atlántico, que se abría a muchas y novedosas rutas, que cambiaron el destino de la humanidad, justo cuando crecía la nueva ciudad atlántica, con vocación cosmopolita y de encrucijada intercontinental, que procuraba un crecimiento poblacional muy señalado, pues a la luz de los señalado por el profesor Woolf sí las «ciudades son asentamientos densamente poblados construidos para perdurar durante varias generaciones, y la riqueza y las ocupaciones de sus habitantes son heterogéneas», y teniendo en cuenta que el profesor Manuel Lobo Cabrera (2023) precisa que «en 1515 se declara la necesidad que tenía la isla de que habitasen en ella personas con su familia con el fin de aumentar el poblamiento, quizá debido al gran número de transeúntes y estantes que circulaban por la ciudad, atraídos por el comercio, pero sin intención de asentarse en la tierra», se entendía y se esperaba contar con un adecuado y bien dotado ámbito portuario, que atendiera las necesidades no sólo del tráfico marítimo insular, sino el de las navegaciones atlánticas, algo a lo que intentaba responder, además de facilitar el establecimiento y aumento poblacional de la época, la real 'Licencia para que se pueda poblar el puerto de las Isletas', dada en Granada el 19 de octubre de 1526, también por Carlos I y su madre Juana, «por la misma gracias reyes de Castilla».

Una licencia que ordenaba que se diera permiso para que, cualquier persona que quisiera vivir en el puerto, pudiese vender mantenimiento y productos a los buques, a los extranjeros y a toda persona que se lo demandase, y que con esto «en el dicho puerto se haría pueblo de algunos vecinos que querrían tener casa». Otra singular e ineludible efeméride para 2026, pues, de alguna manera, se trata del 500 Aniversario del reconocimiento legal y oficial de lo que hoy es uno de los más importantes puertos del mundo, el Puerto de La Luz.

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Pero tanto la ciudad que crecía, como el puerto que nacía con enorme vocación de futuro, tenían ya entonces una necesidad imperiosa, que sigue siendo hoy una de las grandes preocupaciones del presente, los recursos hidráulicos. Sí, como además añade el historiador británico Greg Woolf, las «explicaciones de episodios concretos de urbanización han variado enormemente», y los motivos que llevaron a la aparición y desarrollo de Las Palmas de Gran Canaria también lo son, es indudable que la fundación de muchas urbes, en un lugar determinado, viene dada «por las exigencias de entornos con problemas hidráulicos». Y ese fue uno de los factores determinantes del asentamiento del Real junto al Guiniguada, «…barranco que llevaba agua perpetua a la mar que pasaba al pie de este sitio», como recoge la crónica 'Lacunense'.

Pero ese caudal, como el de pozos que se pudieron abrir en las inmediaciones, muy pronto no fue suficiente para atender las necesidades de una población y de una producción agrícola creciente, por lo que se buscaron alternativas, y una de ellas, quizá la más importante, trajo consigo la realización de la primera gran obra de ingeniería pública hidráulica de Canarias, la construcción del afamado Túnel de la Mina de Tejeda, del que, el próximo año 2026, se deberá conmemorar el 500 Aniversario de la finalización de su construcción, junto con unos 44 kilómetros de canales y acequias para transportar el agua a la ciudad. Una obra que tardo unos veinticinco años, a partir de la 'Merced del agua de Tejeda para propios de esta isla', dada por los Reyes Católicos el 26 de julio de 1501. Sin duda, una tercera gran efeméride a conmemorar por Gran Canaria y su capital el próximo año, pues marca y destaca la importancia trascendental que, desde tiempos tan remotos, ya tenían las obras hidráulicas para la isla y su principal población, justo cuando ahora se acometen grandes trabajos de ingeniería hidráulica que, una vez más en la historia insular, abren las puertas al futuro.

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Sin duda, estas son las tres grandes efemérides a conmemorar por Gran Canaria, por Las Palmas de Gran Canaria en el año 2026, pues las tres marcan el inicio y el rumbo de instituciones y de actuaciones que aún hoy son objeto fundamental para el progreso insular.

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