Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 5 de diciembre de 2025
Del director

Hacia Teror

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 5 de septiembre 2025, 22:36

Los caminos de Gran Canaria vuelven a conducir este fin de semana a Teror, donde la imagen de la Virgen del Pino ejerce de imán. ... Estamos hablando de un fenómeno que va más allá de lo meramente religioso y que tiene la extraña capacidad de atraer a público de todas las edades.

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El paseíto hasta Teror no se limita a las fiestas patronales. No hay más que acercarse a la villa cada fin de semana y poner la oreja: gentes de todos los rincones de la isla y turistas de aquí y de allá acuden al municipio, con parada obligada en la iglesia, gasto adicional en los negocios de restauración, recorrido por las tiendas que pueblan el casco y la tradicional compra de chorizos de Teror y repostería, a ser posible con el sello de las monjas. Probablemente solo Agaete comparta con la villa mariana esa condición de municipio visitado por todos los grancanarios varias veces a lo largo del año. Más aún: cuando llega alguien de fuera, siempre lo llevamos a esos dos puntos de la isla redonda.

Atraídos por ese fenómeno de masas continuo, la oferta comercial alrededor del templo religioso empieza a asemejarse a un 'duty free' del aeropuerto, de manera que lo mismo que se encuentra un traje típico canario; se pueden adquirir jabones; almohadillas para descansar las cervicales en el avión; bisutería; complementos; objetos para decorar la casa y, por supuesto, estampas religiosas, velas y demás mercadería del devocionario popular. Es lo que algunos demonizarían con el apelativo de 'gentifricación comercial' y que otros defienden como el resultado del tradicional juego entre la oferta y la demanda. A fin de cuentas, los negocios sobreviven si se adaptan al mercado.

Tras un verano marcado por el debate en torno a la presencia de lo religioso en los espacios públicos, Teror es un ejemplo de que las cosas son posibles si hay voluntad de consenso y, sobre todo, si se aparca la polarización. Lo digo porque seguramente a más de uno le extrañará la presencia de los militares el Día del Pino rindiendo honores a la patrona teniendo presente que vivimos en un país aconfesional, como también el hecho de que las autoridades civiles acudan sin falta a rendir honores a la Virgen del Pino. Pero digamos que son esos misterios inexplicables que se mantienen en el tiempo porque, a fin de cuentas, no molestan a nadie. Como tampoco creo que molestase que cientos de personas pidiesen permiso para utilizar las canchas de un colegio para realizar un rezo según su credo en un país donde -en teoría- no hay blindaje político para esta o aquella religión.

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