He seguido a David Broncano desde hace unos años. Y me río con él: antes mucho y ahora una sonrisa esporádica. Básicamente lo sigo desde ... que empezó a despuntar entre los colaboradores de Andreu Buenafuente, a cuya sombra han ido naciendo y desarrollándose varios artistas que han tenido derivas bien diferentes, pero algunos con gran éxito, como son los casos de Évole, Berto Romero y el propio Broncano.
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El humorista de Orcera (o sea, Broncano) está ahora en el epicentro de una grave crisis institucional en Radiotelevisión Española. La propuesta para ficharlo y colocarlo a competir en la franja horaria posterior a las noticias de la noche ha provocado la dimisión de Elena Sánchez al frente de RTVE y, sobre todo, ha hecho saltar la estabilidad de un consejo de administración que es una jaula de grillos. Pero seamos sinceros: Broncano es otro episodio en una seria crisis sistémica en RTVE, un paquidermo de elevadísimo coste que lleva años sin saber a dónde va, con una guerra sindical interna que se ha enquistado, y con unos profesionales que tienen motivos para haber perdido la ilusión.
¿Está justificado fichar a Broncano? Pues ni sí ni no. ¿Damos por bueno entonces el coste de 'MasterChef' y que el programa de cocina sea un coladero de publicidad nada disimulada, cuando en teoría en TVE no caben los espacios publicitarios? ¿O le decimos a TVE que no compre los derechos de los Juegos Olímpicos porque hay modalidades deportivas que no a ver casi nadie y no se justifica el coste en relación con la audiencia que se puede conseguir? ¿O queremos una TVE solo de documentales de animalitos en La 2? ¿Y por qué no hay la valentía de llevar a la franja nocturna de La 1 el debate sosegado sobre la actualidad que ofrece cada noche el canal 24 horas?
Dicen los críticos que Broncano es un podemita encubierto y que la operación del fichaje está pensada para fortalecer el discurso de izquierda en TVE. Sobre eso, que me expliquen si es que Movistar se ha vuelto Podemita, porque es la plataforma que lleva los últimos años dando de comer a Broncano y su troupe. Pero sobre todo creo que el comentario parte de quienes no han visto entero un solo día su programa.
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También creo que si TVE piensa que Broncano va a levantar su audiencia y dar la vuelta a la tortilla de los medidores de espectadores, se equivoca. Básicamente porque la tortilla que hay que volver por completo es la del funcionamiento de RTVE. Y a sus profesionales, un recordatorio: abran ventanas, escuchen más y que algunos se miren menos el ombligo.
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