Sánchez aplaude las protestas por Gaza en La Vuelta: «Nuestra admiración a un pueblo que se moviliza por causas justas»
El presidente evita censurar los incidentes que, finalmente, han provocado esta tarde la suspensión de la última etapa de la competición ciclista en un acto preelectoral en Málaga y acusa al PP por no decir «nada» sobre la «barbarie» contra el pueblo palestino
Pedro Sánchez no cree que las protestas en contra del equipo ciclista Israel Premier Tech, que han obligado a cancelar hoy la etapa final de ... la Vuelta a España en Madrid ante el riesgo evidente para la integridad física de sus participantes, merezcan condena alguna. Al revés. El presidente del Gobierno las aplaudió esta misma mañana sin peros durante un acto del PSOE andaluz diseñado para activar ya la maquinaria electoral y lanzar la candidatura de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a la presidencia de la Junta frente a un consolidado Juanma Moreno.
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«Vaya por delante nuestro reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas, pero también nuestra admiración a un pueblo español que se moviliza por causas justas como la de Palestina», dijo, unas pocas horas antes de que los incidentes en la capital de España hicieran tirar definitivamente la toalla a la organización, ante cerca de 4.000 simpatizantes socialistas congregados en el Polideportivo de la Universidad de Málaga. «En este contexto tan complejo, España hoy brilla como ejemplo y con orgullo da ante la comunidad internacional un paso al frente en la defensa de los derechos humanos», insistió.
La llamada a boicotear, con protestas a favor del pueblo de Gaza y contra Israel, el evento deportivo, no había sido considerada hasta ahora por el Ejecutivo un tema menor. Tanto es así, que optó por desplegar en Madrid más de 2.000 agentes de diferentes cuerpos policiales, el mayor operativo desde la Cumbre de la OTAN en 2022. Después de que Sánchez elogiara la actitud de los manifestantes, la líder de Podemos, Ione Belarra, lo acusó de hipocresía por no levantar ese dispositivo que, finalmente, se demostró inane a efectos de garantizar la continuidad de la carrera. «Tiene la cara de cemento armado», le criticó.
El sábado Belarra había participado junto a Irene Montero y otros integrantes de la dirección de su partido en unas protestas que, como ya había ocurrido, entre otros lugares en Bilbao o Castro de Herville, obligaron también a modificar el recorrido previsto por la sierra madrileña y acortar la llegada a meta. «Hay que seguir adelante, a movilizarse mañana en Madrid capital hasta que este horror termine. ¡No pasarán!», escribió luego en X.
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El Ejecutivo ya venía alegando estos días, frente a ese mensaje, que había que tratar de conjugar el derecho a la manifestación pacífica con la seguridad. Pero en todo momento se mostró comprensivo con los protestantes. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares dijo hace diez días ser partidario de expulsar de la competición a Israel Premier Tech (el equipo propiedad de un empresario canadiense amigo del primer ministro Benjamin Netanyahu que optó por cambiarse el nombre y continuar en la carrera) a fin de «enviar el mensaje» a Israel de que no se puede continuar con las competiciones «como si no pasara nada».
Reactivar al electorado
Sánchez ha regresado del descanso estival con una estrategia destinada a reactivar al electorado progresista tras el golpe anímico y el enorme desgaste que le supusieron el 'caso Cerdán'. Lo hace en el inicio de un curso político que estará marcado por las citas electorales de Andalucía, donde Juanma Moreno disolverá como máximo en unos seis meses, y Castilla y León, que celebrará sus comicios, en principio, en febrero de 2026.
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De esa estrategia forma parte, precisamente, el anuncio, el pasado lunes, de un paquete de medidas para frenar el «genocidio» en Gaza, incluida la consolidación del embargo de armas a Israel. Sánchez, que ya lideró hace un año una campaña entre los países europeos para el reconocimiento del Estado Palestino y ahora ve cómo incluso Francia o el Reino Unido están dispuestos a dar el paso, está persuadido de que su posición en este asunto puede tener réditos en la izquierda pero, además, es muy transversal y no solo no moviliza a la derecha sino que le pone en un brete. Por eso en Málaga también cargó contra el PP y Vox (al que sigue considerando su mejor baza para movilizar a sus votantes). «¿Qué dice la oposición de la barbarie en Gaza? No dice nada, ni en servicios sociales, ni en igualdad, ni en política medioambiental», reprochó.
Las cosas no pintan bien para el PSOE de Andalucía. El último CIS regional, publicado en julio, pronosticó una nueva victoria de Moreno que, aun a expensas de lo que crezca la ultraderecha, estaría en condiciones de mantener la mayoría absoluta. El barómetro calculó una intención de voto para la también ministra de Hacienda del 19,6%, entre 24 y 26 escaños. Actualmente, el PSOE de Andalucía tiene 30. De modo que, aunque los socialistas aseguran que la designación de Montero como líder y candidata ha servido para reanimar a la formación, no se ha logrado la movilización social esperada. Quienes crecen son los partidos a su izquierda, la coalición de IU y Sumar, que podría llegar a 9 diputados, y también como Adelante Andalucía, que rozaría el tercero.
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