Oferta gastronómica llena de sentimiento
Blanca Pérez deja la docencia y afronta una nueva aventura en su Guía natal con la intención «de ofrecer algo distinto que la gente demandaba» en la sede del antiguo Casino, en el centro del casco
En el casco de Santa María de Guía, junto a la plaza Grande y la iglesia, en un sitio privilegiado que pretende convertirse en punto de encuentro para disfrutar de una cocina creativa en un ambiente agradable, ha abierto el Café-Restaurante 1811. En la primera planta del antiguo Casino, la guiense Blanca Pérez Molina ha iniciado una nueva aventura personal llena de sentimiento.
La propuesta está teniendo una enorme acogida en el arranque, con una carta sugerente y en la que le producto local toma un enorme protagonismo. «La gente demandaba una oferta así», destaca Blanca Pérez. El nombre del local nos da una pista del arraigo que este proyecto quiere tener en Santa María de Guía. 1811 hace referencia a la Fiesta de las Marías, ya que en esa fecha los vecinos de las medianías agradecieron a la Virgen de Guía el impactante milagro que salvó todas y cada una de sus tierras y cosechas de la cigarra. La promesa se hizo en la Montaña de Vergara y hubo una reacción inmediata puesto que repente se vieron unas nubes que subían desde el mar y que al llegar sobre las tierras, descargaron en lluvia torrencial arrasando en pocos momentos la cigarra y alejando en forma tan milagrosa la devastación y la ruina que se sufría en toda la comarca.
Y detrás del Café-Restaurante 1811 está Blanca Pérez Molina. Licenciada en Ciencias del Mar, y tras más de 20 años de docencia, ha decidido hacer un paréntesis en su vida y abrir una nueva etapa. El emblemático edificio donde se ubicaba el antiguo Casino de Guía lo lleva ahora la Asociación de Vecinos Guía Viva. El bar llevaba dos años cerrado y a la asociación llegó una nueva directiva. «Conozco a miembros de la nueva directiva y se planteó la posibilidad de poder abrir un lugar que Guía demandaba, donde poder disfrutar de una cocina creativa en un ambiente agradable. Esta idea surgió hace año y medio y yo me pregunté: «Y por qué no lo hago yo». Debo agradecer la espera que han tenido, porque desde un primer momento me dijeron que confiaban en mí y esperarían. El trabajo ha sido arduo. Primero había que reformar toda la cocina, así como pintar y adecentar la sala al completo», relata.
«Enmedio de ese camino había que formar el equipo, con el cocinero como pilar del proyecto. A través de una quesera que conozco me hablaron de Sergio, un cocinero joven de Arguineguín que reside en Tasarte. Hablé con él y le encantó la idea. La carta está hecha a su estilo y con su creatividad», afirma con pasión una mujer que ha arrancado esta aventura con la intención de contribuir a que Santa María de Guía, su pueblo, tenga un lugar diferente donde saborear platos originales, con el protagonismo del producto de la tierra, en un ambiente acogedor, y es que la terraza del local se convierte en un palco privilegiado con unas preciosas vistas.
En la carta, los quesos de la zona tienen un gran protagonismo en 1811 en los entrantes, así como su selección de croquetas o embutidos; ensalada rulo de cabra o la 1811 con mix de lechugas, pimientos asados, cebolla roja encurtida, tomate cherry, cama de aguacate de Mogán y ventresca ahumada con aliño de la casa; entre sus carnes encontramos la carrillera de vaca a baja temperatura o el entrecot de la tierra; el pescado del día a la espalda,; y entre sus postres caseros el polvito canario, con dulce de leche de plátano, galleta de gofio-anacardo y mousse de suspiro de Moya.
1811 abre de miércoles a domingo, ofreciendo también una carta de desayunos y meriendas muy sugerente con tostas muy sabrosas. Santa María de Guía amplía su oferta gastronómica en el casco con un establecimiento que apuesta por la excelencia.