El bocadillo de cochino que no querrás dejar de comer en la capital grancanaria
Se ha convertido en uno de los platos icónicos de la carta de Anteo, el bar gastronómico de la ciudad que no deja de sorprender con creativas elaboraciones
Sutil, elegante, colorido, equilibrado, rebelde. El bocadillo de cochino de Anteo puede describirse de muchas maneras, pero hay una palabra que lo define mejor que ninguna: adictivo. Porque ese bocado está hecho para disfrutar de principio a final, donde todos los ingredientes tienen su papel protagonista y es una elaboración que no sale de la carta bajo ningún concepto, afortunadamente.
El propietario y cocinero de Anteo, Ale Mederos, sacó de su talento algunos platos ya muy reconocibles de su local y que están hechos para que el cliente los pida siempre que va, porque forman parte de la identidad de este bar gastronómico, donde todo se comparte. El taco de langostino salvaje, uno de los mejores tacos que podrá comer en la ciudad, el steak tartar y tuétano asado, el ceviche con camarón rojo, soberbio, o los huevos rotos reimaginados, se unen a ese equipo de gala que conforman los clásicos de Anteo, además de las nuevas incorporaciones que se adaptan perfectamente a la filosofía del local.
La panceta laqueada, por ejemplo, que pude disfrutar en mi última visita, fue un sorprendente plato que imagino habrá llegado para quedarse. Panceta de cochino hecha a baja temperatura y laqueada al horno con salsa barbacoa koreana, acompañada de puré de coliflor tostado y ralladura de lima. De nuevo fusión, talento, creatividad y ganas de sorprender eternamente, lo cual se agradece bastante.
Pero retomando al protagonista de estos apuntes, ese bocadillo que tanto amor despierta y que tantos seguidores tiene. Un pan de brioche relleno de cochino canario, cocinado a 65 grados y aliñado con miel de caña y soja y coronado con encurtido de pepinillo y cebolla, además del alioli casero de cilantro. Es una maravilla, se lo aseguro.
«Este bocadillo surgió por inspiración, sobre todo en el sándwich cubano, pero queríamos hacerlo con productos nuestros y bastante sabor», apunta Ale Mederos, que recuerda que «es el plato que más cambios ha sufrido en los últimos años, hasta que hemos encontrado el punto que buscábamos, que es como está ahora».
Además, se trata de un bocadillo muy canario, «con productos de la tierra como el cochino canario, la cebolla, el cilantro... básicamente todo es producto de aquí».
Es la alta cocina poniéndose al servicio de los conceptos callejeros, jugando con el comensal y ofreciéndole uno de los mejores bocadillos que se comerá nunca. Debo confesar que me apasionan este tipo de platos aparentemente sencillos pero con mucho trabajo detrás para encontrar el equilibrio de sabores perfecto. Y debo reconocer el gran estado de forma que siempre vive Anteo, la regularidad como bandera. Y eso como comensal es una tranquilidad de valor incalculable.